Rodrigo Rey, arquero de Independiente, superó el récord de Carlos Goyén de partidos consecutivos jugando los 90 minutos. Además, se metió en el top ten de arqueros con más vallas invictas en la historia del Rojo.
### Rey, el nuevo Rey del arco del Rojo
En el fútbol argentino, hay jugadores que trascienden. Que se convierten en leyendas. Y Rodrigo Rey, con la camiseta del Rojo puesta, parece encaminado a escribir su propia historia dorada. ¿Será que estamos ante el nuevo Goycochea, pero versión Diablo?
En Independiente, la mística se respira en cada rincón del Libertadores de América. Y Rey, en apenas dos años, no solo se ganó la cinta de capitán y el cariño de la gente, sino que se convirtió en figura indiscutida. Contra Lanús, el «33» alcanzó los 103 partidos consecutivos jugando los 90 minutos. Sí, leyeron bien, 103 partidos. Una marca que pertenecía a un prócer como Carlos Goyén, aquel caudillo del Rojo campeón del Metro ’83 y la Libertadores ’84. Romper un récord de semejante monstruo sagrado no es moco de pavo.
### Una muralla roja: imbatible en el arco
Desde su llegada, Rey jugó todos los minutos de todos los partidos. Y no solo eso, en 47 de esos 103 encuentros mantuvo la valla invicta. ¡Un «Pato» Fillol en potencia! Con estos números, se metió en el top ten de los arqueros con más vallas invictas en la historia del club. Un séptimo puesto que, viendo su nivel, promete escalar posiciones rápidamente.
Ya contra Nacional Potosí por la Sudamericana, Rey había igualado la marca de Goyén. Pero contra Lanús, no solo la rompió, sino que se mandó un partidazo para el recuerdo. A pesar del penal que le convirtió Salvio – un penal que, seamos sinceros, lo hubiese atajado hasta el «Mono» Burgos en sus mejores épocas -, Rey tuvo cuatro tapadas clave para asegurar el empate y la clasificación a los playoffs del Apertura. Una a Méndez, un mano a mano a Bou, otro a Marcelino Moreno y una más a Salvio. ¡Un recital de atajadas al mejor estilo Amadeo Carrizo!
### Rey: liderazgo y compromiso en el arco del Rojo
Rey no es solo un arquero que ataja. Es un líder silencioso, un ejemplo de constancia y compromiso. Una garantía bajo los tres palos. Como decía el Bambino Veira: «la pelota siempre al ’10’, salvo que tengas un arquero como Rey». En un club grande como Independiente, Rey está dejando su huella. Una huella que promete ser imborrable. Un nuevo ídolo se está forjando en Avellaneda.
