Mientras Gallardo ajusta las tuercas en el campo tras un inicio flojo, los directivos de River buscan cerrar el pase de Lucas Esquivel por 5 millones de dólares. La negociación se ha complicado por la firmeza del presidente del Athletico Paranaense. Sin embargo, la no convocatoria reciente de Esquivel alimenta la esperanza de concretar el fichaje, sumándolo a una lista de refuerzos de peso para el equipo.
Mientras Marcelo Gallardo, cual estratega en el campo de batalla, busca afinar su táctica tras un arranque de torneo que dejó algunas dudas, en las oficinas del Monumental se libra otra partida clave. Los directivos de River, esos que parecen sacados de una novela de espías, están a un paso de cerrar la llegada de Lucas Esquivel. El lateral izquierdo que todos quieren, ese que puede darle una mano al equipo en un sector donde, como en el truco, no hay muchas cartas para jugar. Pero ojo, que el asunto no es tan sencillo como parece.
La negociación lleva más de tres semanas, una novela digna de un culebrón venezolano, con capítulos y giros inesperados. El escollo principal es Mario Celso Petraglia, presidente del Athletico Paranaense. Un tipo que no se anda con vueltas, un duro de roer, que, como el mismísimo Bilardo, se planta y no cede. No es un problema de plata, lo suyo es cuestión de principios o, como diría un hincha de esos que saben de fútbol, de terquedad. El equipo brasileño, con las cuentas al día, no cede fácilmente a sus jugadores. Y menos, cuando, como Esquivel, se plantan con personalidad, como esos jugadores que salen al campo a comerse la cancha.
¿Un guiño o una simple casualidad?
Sin embargo, la última señal que llega desde Brasil hace que los hinchas se ilusionen. Paranaense, cual equipo que sabe que está por vender una joya, decidió no incluir a Esquivel en la lista de concentrados para el partido de este domingo. Un detalle que en River toman como una luz verde, un pase en profundidad que esperan poder aprovechar para meter el gol. Esta situación contrasta con lo sucedido el martes pasado, cuando Esquivel estuvo en el banco, aunque sin sumar minutos. ¿Será esta la señal que necesitaban para cerrar el acuerdo?
En River, la confianza es alta. Quieren que Gallardo tenga al jugador que pidió, ese que le disputará el puesto a Marcos Acuña. El lateral izquierdo, esa zona del campo que quedó huérfana tras la partida de Enzo Díaz, necesita un dueño. Esquivel podría ser ese jugador que todos los hinchas esperan, el que complete un mercado de pases que ya tuvo nombres como Tapia, Martínez Quarta, Enzo Pérez, Galoppo, Rojas, Montiel y Driussi. Un verdadero equipo de estrellas, como si juntáramos a los mejores de cada campeonato para disputar la final del mundo.
Se suma un nuevo refuerzo a la Ribera
La llegada de Esquivel, de concretarse, sería el octavo refuerzo en un mercado de pases que ya dejó su huella. River, como un equipo que quiere pelear todos los torneos, busca completar su plantilla para encarar la temporada con la mayor cantidad de herramientas posibles. Como un equipo que se arma para dar pelea, los de Núñez no quieren que ninguno de sus clásicos rivales se les ponga al lado. Así, con Esquivel, el plantel millonario dejaría de tener esos huecos por donde antes se filtraba agua.
