River vs Instituto: ¿Aprobó cada jugador en el debut?

Redacción Cuyo News
4 min
Cortito y conciso:

River venció 3-1 a Instituto en el Monumental, con goles de Colidio, Aliendro y Solari. A pesar del resultado, el Millonario mostró algunas dudas defensivas y necesitó de un Franco Armani inspirado para mantener la ventaja. Instituto, por su parte, luchó pero no le alcanzó para llevarse un resultado positivo.

River ganó, pero ¿convenció? El equipo de Demichelis superó 3-1 a Instituto en un Monumental que, como siempre, rugió, pero dejó más interrogantes que certezas en el paladar futbolero. Los goles de Colidio, el infaltable Aliendro y Solari maquillaron un partido que por momentos se le hizo cuesta arriba al local.

## ¿Sufrió más de la cuenta el Millonario?

El encuentro arrancó con River dominando la pelota, fiel a su estilo, pero con poca profundidad. Los primeros minutos fueron un calco de muchos partidos anteriores: control de balón, pero sin ese último pase que rompa la defensa rival. Y como suele pasar en el fútbol, cuando perdonas, la pagas. Instituto se animó y generó peligro, obligando a un Armani que demostró estar en nivel de Selección Argentina. “Es un enorme arquero”, declaró el entrenador de la visita, Facundo Sava, en conferencia de prensa, según recogió el periodista Germán Balcarce para . Y vaya que tuvo razón, el 1 demostró que sigue siendo clave en el arco de River.

El gol de Colidio, luego de una buena jugada colectiva, trajo la tranquilidad momentánea, aunque la defensa de River daba señales de estar un poco permeable. Parecía que el partido se acomodaba para el Millonario, pero en el segundo tiempo Instituto, con más ganas que fútbol, igualó el marcador generando un silencio sepulcral en el Monumental. Ahí, cuando las alarmas se encendían, apareció la jerarquía de River. Aliendro, ese jugador que parece tener un motorcito extra, convirtió el 2-1. Solari, ya sobre el final y tras asistencia de Nacho Fernández, sepultó las esperanzas de la visita.

## ¿Hay que pedir calma?

El resultado final puede indicar que River goleó, pero la realidad es que sufrió más de lo esperado. Hubo desajustes defensivos, falta de precisión en el último pase y una dependencia excesiva en las individualidades. No es tiempo de alarmarse, pero sí de ajustar tuercas. Demichelis, como todo buen entrenador, deberá trabajar en los detalles para que el equipo alcance su mejor versión. El torneo recién arranca y todavía hay margen para evolucionar.

Quizás este sea un llamado de atención para los muchachos: no se ganan los partidos con la camiseta, la historia del club no juega, hay que salir a ganar cada pelota como si fuera la última, como lo hacía el Beto Alonso. River tiene plantel para pelear arriba, pero necesita demostrarlo en cada partido. De eso se trata el fútbol, de dar el máximo siempre, porque como dice el refrán, «en la cancha se ven los pingos».

El triunfo ante Instituto es un paso más en el camino, pero queda claro que River tiene cosas por mejorar si quiere alcanzar los objetivos de esta temporada. La Copa Libertadores es el gran anhelo, y para llegar a ese nivel, hay que afinar la maquinaria. A seguir trabajando, señores, que esto recién empieza.

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