San Lorenzo, con más corazón que fútbol, venció 1-0 a Talleres en el Nuevo Gasómetro. Un gol de Vombergar cerca del final desató la euforia, mientras que Gill, el arquero, se erigió como figura clave. Talleres dominó, propuso, pero no concretó. El Ciclón, con dudas pero también con gran corazón, se llevó tres puntos de oro en el debut del torneo.
25/01/2025 16:10hs.
Correr detrás de la pelota con el termómetro al rojo vivo, no es para cualquiera. Y a este San Lorenzo, se le notaba que el esfuerzo le pesaba, y mucho. Tras una primera mitad donde le plantó cara a Talleres, en el segundo tiempo el equipo de Russo perdió la brújula y la posesión. Para colmo, el físico empezaba a pasar factura. Era la garra de los hinchas y las manos de Orlando Gill las que sostenían el cero en el arco del Ciclón. Viendo cómo se desarrollaba el partido, y contra el rival que tenía en frente, el empate no era mal negocio.
Talleres no pudo perforar el arco y San Lorenzo lo aprovechó
Talleres, con un libreto más aceitado, parecía tener más resto y argumentos para llevarse los tres puntos a Córdoba. Pero, como dijo el sabio Bilardo «en el fútbol el que no la mete, la ve pasar». Y así fue, una vez más, en el Bajo Flores. Lo que debió ser, como mínimo, un empate, terminó en un triunfo de San Lorenzo en el momento menos pensado.
Para vulnerar el arco del Ciclón, primero hay que pasar por las manos de Gill. De hecho, si el cero permaneció hasta los 36 minutos del segundo tiempo, fue por dos razones: las que fueron al arco las atajó el arquero paraguayo; y las que se fueron afuera, por la falta de puntería de los jugadores de Talleres. Una tapada fenomenal al remate de Bustos con reflejos de otro planeta, sumado a un remate desviado del mismo Bustos y un rebote que dejó en bandeja para que Galarza Fonda se la pierda. El arquero de San Lorenzo dio seguridad siempre y atajó todo lo que le tiraron.
El dueño de casa, por su parte, de mayor a menor. También tuvo sus chances en el arranque, donde Cerutti quedó mano a mano con Herrera y el arquero de la T, desvió su remate cruzado. Hasta que llegó la jugada que nadie esperaba, ni siquiera los más optimistas.
El gol de Vombergar desató la locura en el Nuevo Gasómetro
A diez minutos del final, con Vombergar en cancha en reemplazo de Cuello, el delantero recibió una pelota en la puerta del área y con un zurdazo la mandó a guardar. Un leve desvío hizo estéril la volada de Herrera. Gol y locura en el Nuevo Gasómetro. ¡El 9 volvía a gritar gol! Ese 9 que en el 2024 solo había convertido de penal frente a Boca.
Sin su cerebro, el lesionado Muniain, San Lorenzo consiguió un triunfo muy festejado, que vale más que tres puntos. Para un plantel joven, haber empezado con el pie izquierdo hubiera sido muy duro. Con este triunfo agarran confianza, que es lo que necesita un equipo que arrancó generando más dudas que certezas.
Es verdad, y lo sabe el propio Russo, que desde el juego, la intensidad y la táctica, San Lorenzo deberá mostrar mucho más si quiere entrar en la discusión del campeonato. Pero haber arrancado sumando de a tres ante Talleres es un paso al frente para un equipo que era una incógnita. De hecho, una de las mayores dudas estaba en el arco y les terminó saliendo bárbaro. Gill fue figura y Vombergar volvió a mojar. ¿Qué más se puede pedir?.
Andrés Vombergar –
El gol de Vombergar para el 1 a 0 del Ciclón
San Lorenzo –
San Lorenzo le ganó 1 a 0 a Talleres
Iker Muniain –
