¡Tremendo papelón en el Ducó! Huracán y Unión protagonizaron un empate sin goles que dejó a todos bostezando. Pero lo más picante no fue el partido en sí, sino el flojísimo estado del campo de juego que, según muchos, ¡era una verdadera papa! ¿Se viene una postergación masiva en el fútbol argentino?
# Huracán y Unión se aburrieron y el campo de juego se llevó todos los flashes
En Parque Patricios, Huracán y Unión no se sacaron diferencias en un partido chato, con pocas emociones y un protagonista inesperado: el césped del estadio Tomás Adolfo Ducó. Sí, señoras y señores, el campo de juego fue el blanco de todas las críticas y el principal responsable de que el encuentro no levantara vuelo. ¡Más lento que Burruchaga pateando un penal en el ’86!
## Un campo de juego que pide a gritos la guillotina
Desde el pitazo inicial, quedó claro que jugar a ras de piso era una utopía. La pelota picaba mal, rodaba peor y los jugadores parecían patinar sobre una pista de hielo. Los pases se volvían imprecisos, los controles defectuosos y las gambetas, un verdadero kamikaze. ¡Un desastre digno de Eber Ludueña!
«Fue complicado jugar así. La cancha no estaba en buenas condiciones», reconoció, sin pelos en la lengua, un jugador de Huracán al finalizar el partido. Y no es para menos, la imagen del césped era preocupante: parches pelados, zonas embarradas y un color amarillento que invitaba más a una siesta que a un partido de fútbol.

## ¿Se viene la suspensión masiva?
El estado deplorable del campo de juego en el Ducó no es un caso aislado. Varios estadios del fútbol argentino presentan problemas similares, lo que ha generado preocupación entre jugadores, entrenadores y dirigentes. ¿Será que se viene una ola de postergaciones?
Si bien no hay nada confirmado, la posibilidad de que se suspendan partidos por el mal estado de los campos de juego es cada vez más real. Y es que, señores, jugar al fútbol en canchas que parecen campos minados atenta contra el espectáculo y pone en riesgo la integridad física de los jugadores. ¡Basta de ponerle un freno al talento!
Con este panorama, la pregunta que resuena en el ambiente futbolero es clara: ¿hasta cuándo vamos a seguir permitiendo que el estado de los campos de juego sea un obstáculo para el desarrollo del fútbol argentino? ¡Es hora de que los dirigentes se pongan las pilas y hagan algo al respecto! Porque, como decía el Bambino Veira, «la historia la escriben los que ganan», pero también los que tienen canchas en condiciones.