Tigre le ganó a Banfield 1-0 con gol de Nacho Russo y es puntero del Torneo Apertura. El partido fue un bodrio, pero el Matador se llevó tres puntos de oro y se ilusiona con pelear el campeonato.
24/02/2025 20:27hs.
De la B Metropolitana a la cima del Apertura: ¿Alguien lo vio venir?
Si a principios de año le decías a un hincha de Tigre que iba a ser puntero a siete fechas del inicio del torneo, te miraba con la misma cara que Mostaza Merlo cuando le preguntaban por la rotación. Pero así es el fútbol, amigos, más impredecible que un penal pateado por el Beto Alonso. El Matador, que supo coquetear con el descenso y las pálidas con Domínguez, hoy disfruta de un presente soñado bajo la conducción de Dabove.
Victoria fue testigo de una batalla más que de un partido de fútbol. Con la lluvia como condimento y un campo de juego que parecía una cancha de hockey sobre césped, Tigre venció 1-0 a Banfield y se trepó a la cima del Apertura. El gol, como no podía ser de otra manera, llegó con suspenso. Nacho Russo, el hijo del gran Miguelo, que minutos antes se había comido un gol insólito –algo así como errarle al arco con el arquero lesionado y comprando churros–, se redimió y clavó un derechazo para desatar la locura en la tribuna. Pase gol de Saralegui, otro que la está rompiendo. “Si hasta el Bambino Veira estaría orgulloso de este Tigre”, diría el Bambino Veira.
Un partido para el olvido… pero con final feliz.
El desarrollo del partido fue más aburrido que escuchar a Caruso Lombardi hablar de táctica. La lluvia hizo lo suyo y el juego se volvió trabado, impreciso y con pocas emociones. Eso sí, Zenobio, el arquero de Tigre, se mandó un atajadón que nos hizo acordar al Goycochea del ’90. Sacó una pelota que iba directo al ángulo y nos salvó del empate. Banfield tuvo lo suyo, pero no alcanzó. El Taladro, que viene de capa caída desde la polémica derrota contra Barracas Central, no pudo sumar de a tres y se quedó con las manos vacías. “Son definiciones”, diría Miguel Russo padre, y la verdad que no le falta razón.
El primer tiempo fue un monólogo de Tigre, pero sin profundidad. Broggi plantó un equipo que atacaba con todo, pero Banfield, bien parado atrás, le cerró todos los caminos. Defendían con más gente que un recital de los Rolling Stones.
El gol de la victoria
Tigre –
El gol de Russo para la victoria de Tigre frente a Banfield
En definitiva, Tigre pasó de pelear el descenso a ser puntero en tiempo récord. ¿Será un espejismo o este equipo dará pelea hasta el final? Solo el tiempo lo dirá. Lo que está claro es que el Matador está de vuelta y da para ilusionarse.