Tras un 2024 de ensueño, Vélez vive un inicio de 2025 turbulento. Dos derrotas al hilo en el Apertura y, para colmo, un conflicto con Mateo Pellegrino, quien decidió irse del hotel de concentración tras una charla con el DT. El club rechazó una oferta del Parma por el delantero, considerado «rehén» por el presidente Berlanga.
El arranque de año para el hincha de Vélez es, como mínimo, para ponerle un asterisco. Después de levantar la copa de la Liga Profesional a fines del año pasado, el 2025 se presenta con sabor agridulce en Liniers. El equipo de Sebastián Domínguez acumula dos derrotas consecutivas en el Torneo Apertura, un inicio que nadie esperaba tras el campeonato logrado. Pero como si fuera poco, ahora se suma un cortocircuito en el vestuario que pone en vilo a toda la institución.
Mateo Pellegrino, el delantero que había regresado de Platense, decidió pegar el portazo luego de una conversación con el cuerpo técnico. Según informaciones cercanas al club, la decisión fue de común acuerdo, pero ¿qué fue lo que detonó esta bomba? El jugador, al parecer, no se sentía cómodo y tenía una oferta dando vueltas. ¿Será que la plata pesa más que la gloria deportiva?
El culebrón Pellegrino: Confesiones de Domínguez y Berlanga
Sebastián Domínguez, el entrenador, no se guardó nada en la conferencia de prensa. «Lo de Mateo Pellegrino es muy sencillo», arrancó, como si estuviéramos hablando de un trámite. Contó que el jugador lo llamó «para decir que no se sentía cómodo, que había una oferta y que no estaba enfocado desde el partido contra Tigre». Una confesión que incendió las redes sociales y los grupos de WhatsApp de los hinchas. Domínguez, con la templanza de un capitán, dejó claro que «es una lectura equivocada aceptar cualquier venta que llegue al club», dejando entrever un negocio fallido que ahora golpea puertas adentro.
Sebastián Domínguez se refirió al caso Pellegrino.El presidente de Vélez, Fabián Berlanga, también puso su cuota de pimienta al asunto. En diálogo con la prensa, reveló que se enteró de la partida de Pellegrino «de casualidad» cuando lo vio de civil en la Villa Olímpica la noche anterior. ¿Falta de comunicación o un sainete armado? Además, tiró un dardo contra los negociadores: «Rechacé la oferta del Parma desde el primer día porque no cumple con las necesidades del club, sobre todo la forma de pago». Y para rematarla, confesó que el contrato de Pellegrino «termina el 31 de diciembre», dejando en claro que «somos un poco rehenes» de estas situaciones contractuales. Sin dudas, un dolor de cabeza para cualquier dirigente que se sienta en la silla caliente.
Domínguez admitió el llamado de Pellegrino.Pellegrino, con 15 goles y una asistencia en 53 partidos, había vuelto con la ilusión de romperla en Vélez, pero la jugada no le salió como esperaba. Con un Domínguez firme en su idea de mantener a Braian Romero y apostar por Michael Santos, el joven delantero quedó relegado a un segundo plato, a pesar de su buen 2024.
¿Un Vélez en crisis o un equipo en reconstrucción?
Vélez –
La discusión de Seba Domínguez con Merlos
¿Estamos ante el inicio de una crisis en Vélez o es simplemente un bache en el camino? La respuesta, como siempre, la dará el tiempo y las próximas fechas. De momento, el equipo deberá ponerle el pecho a las balas y buscar la forma de revertir este mal momento. Los hinchas, mientras tanto, seguirán alentando desde la tribuna, esperando que los goles vuelvan a festejar y los conflictos queden en el recuerdo. El fútbol, como la vida, siempre da revancha, pero hay que estar preparado para salir a la cancha y pelear. Y a este Vélez, con la historia que tiene, lo conocemos.
Fabián Berlanga contó que la oferta del Parma fue rechazada.A pesar de los traspiés, nadie puede olvidar el talento de un equipo que dio la vuelta olímpica el año pasado. Con la garra que caracteriza a los equipos de Domínguez, y las posibles incorporaciones que el club pueda hacer, Vélez puede volver a enamorar a su hinchada. Ya lo dijo el gran Eber Ludueña: «En el fútbol, como en la vida, hay que jugar con los huevos bien puestos». Y en Liniers, huevos, hay de sobra.
