Mientras el Muñeco Gallardo planifica la semana larga de entrenamiento post partido con Godoy Cruz, todos los cañones apuntan a la recuperación de los lesionados. Galoppo, el que estaría más cerca de volver, podría pisar la cancha el sábado contra Riestra o, si no, seguramente para la Copa Argentina contra Ciudad de Bolívar. Chinazo para Martínez Quarta, Driussi y Rojas, quienes siguen en kinesiología.
El Millonario viene de una seguidilla de partidos que lo dejó con el tanque en reserva, y encima, con la enfermería llena. Gallardo, cual entrenador Pokémon, está viendo cómo recuperar a sus titulares para los próximos desafíos. Se viene una semana larga de entrenamiento, y el Muñeco la va a aprovechar para meterle fierro a la recuperación de los jugadores tocados.
¿Vuelve Galoppo? El Muñeco lo define esta semana.
Giuliano Galoppo, el refuerzo que llegó para romperla toda y que venía haciendo un laburo bárbaro –casi al nivel del Beto Alonso en sus mejores épocas–, se lesionó contra Lanús. Una distensión en el sartorio lo tiene a maltraer, pero parece que ya está viendo la luz al final del túnel. Se espera que a fin de semana lo exijan a fondo, a lo Bilardo en el ’86, para ver si llega al partido contra Riestra el sábado. Si no llega, se jugarían todas las fichas para que esté listo para el choque copero contra Ciudad de Bolívar. ¡Hay que ganar como sea, muchachos!
Martínez Quarta, Driussi y Rojas: Todavía en boxes.
Para el Chino Martínez Quarta, Driussi y Rojas, el panorama es más oscuro que cancha de Ferro sin luz. Los tres se lesionaron en la final contra Talleres –partido que, dicho sea de paso, jugamos como el Barcelona de Guardiola– y van a tener para un rato más de recuperación. Se habla de ocho a diez días, pero con los partes médicos en el fútbol argentino, uno nunca sabe. Es como confiar en el VAR: a veces te salva, a veces te manda al descenso.
Galoppo: El refuerzo que promete.
Antes de la lesión, Galoppo la estaba rompiendo. Un jugador polifuncional, que recupera pelotas como Mascherano en el 2006, tiene una precisión de pases digna de Xavi y encima, se anima a patear al arco. Le anularon un golazo contra Lanús –un robo a mano armada, diría el Bambino Veira– y le cometieron un penal que, bueno, ya sabemos cómo terminó esa historia…
Era titular indiscutible y un soldado clave para el Muñeco. Si bien no tiene el cambio de ritmo explosivo de un Caniggia –quién lo tiene, bah–, compensa con sacrificio y empuje, casi como un Diego Simeone en sus épocas de jugador.
Esperemos que vuelva pronto y con todo, porque este River lo necesita. ¡A ganar, carajo!
