Erling Haaland, el goleador del Manchester City, está en el ojo de la tormenta por un pelotazo que le propinó a la mascota del club, Moonbeam, dejándola con una conmoción cerebral. Si bien el City y la Policía no encontraron mala intención, la animadora que da vida a Moonbeam presentó una denuncia.
¿Haaland a la barrera por mala leche o gajes del oficio?
Erling Haaland, el androide goleador del Manchester City, se encuentra en una situación un tanto… peculiar. Resulta que el noruego, con la potencia de un misil tierra-aire como los que pateaba Roberto Carlos, le pegó un pelotazo en la cabeza a Moonbeam, la mascota del club, durante el precalentamiento del partido contra Southampton en octubre. Sí, leyeron bien, le dio a la mascota, no a la pelota.
El tema es que el pobre Moonbeam, o mejor dicho, la animadora que lo interpreta, terminó con una conmoción cerebral y un latigazo cervical, como si la hubiera agarrado de punto Funes Mori en un corner. Tuvo que ir al hospital y, encima, metió una denuncia en la comisaría.
Un pelotazo con historia
La noticia, que recién ahora salió a la luz cual Topo Gigio después de un gol de Maradona, armó un revuelo bárbaro en Inglaterra. El Manchester City, rápido de reflejos como Ederson con los pies, ya salió a decir que investigaron el asunto con lupa y que no hay pruebas de que Haaland haya actuado con mala intención. O sea, que fue un accidente, tipo cabezazo de Palermo en contra. La Policía, por su parte, tampoco le dio mucha bola al tema y decidió no tomar medidas.
Pero la animadora, que todavía debe tener la cabeza sonando como un bombo de la 12, declaró que después del impacto preguntó: “¿Qué diablos fue eso que me golpeó?”. Y cuando le dijeron que el culpable era Haaland, fue derechito a hablar con su jefe porque tenía un dolor de cabeza que ni el Kun Agüero con resaca.
Para colmo, el responsable de la mascota, con un humor más negro que la camiseta del árbitro, le dijo a la pobre mujer: “Al menos puedes decir que Erling Haaland te golpeó”. Un chiste que, en este contexto, le salió como un centro de Cavenaghi a los tres palos del arco rival: desviado.
Ahora, la pregunta del millón es: ¿fue un accidente desafortunado o Haaland se la mandó? El City dice que nada que ver, pero el latigazo cervical de la animadora parece decir otra cosa… ¿Será que el androide se recalentó y le salió el Terminator que lleva adentro?
