Una familia sanjuanina desafía los límites en el próximo Ironman 70.3. Ignacio Santana, junto a sus hijos Ignacio Jesús y Tobías Mariano, competirán en posta, demostrando que el deporte y los lazos familiares pueden ir de la mano. Un ACV no detuvo al padre, quien a sus 45 años inspira a otras familias a practicar deporte. La madre, Andrea del Valle Pérez, es el pilar fundamental detrás de este equipo.
San Juan se prepara para el Ironman 70.3: ¡Una familia va por la hazaña!
El próximo 6 de abril, San Juan será una caldera de adrenalina con el Ironman 70.3, donde fierros de todos lados vienen a probar de qué están hechos. Pero entre la multitud de atletas entrenadísimos, hay una historia que te toca el corazón y te hace pensar: «¡Mirá vos, estos changos sí que le ponen garra!». Ignacio Santana, un sanjuanino de pura cepa, se lanza a la competencia en posta junto a sus hijos, Ignacio Jesús y Tobías Mariano. ¡Un verdadero laburo en equipo familiar!
En este tipo de competencias, las postas suelen ser cosa de amigos de toda la vida o compañeros de club, pero estos Santana vienen a demostrar que el ADN deportivo también se hereda. Y no solo eso, sino que también sirve para fortalecer los lazos familiares. ¿Se imaginan cruzar la meta con sus hijos? ¡Para ponerlo en un cuadrito y colgarlo en el living!
### Deporte en familia: ¿la clave del éxito?
La familia Santana, integrada por Ignacio (el padre), Andrea del Valle Pérez (la madre todoterreno) e Ignacio Jesús y Tobías Mariano (los hijos veloces), vive y respira deporte desde hace años. Ahora, se proponen enfrentar juntos el desafío del Ironman 70.3, combinando sus habilidades en natación, ciclismo y atletismo. ¡Una verdadera máquina de hacer deporte!
«Los que competimos actualmente somos mi hijo Ignacio Jesús, que ya tiene experiencia en media maratón y maratón, y Tobías Mariano, quien se destaca en el fútbol y hará su debut en esta disciplina. Yo, Ignacio (padre), practico atletismo desde los 14 años», cuenta Santana con el pecho inflado de orgullo. ¡Y cómo no estarlo!
Si bien cada uno viene de diferentes disciplinas, el triatlón se presentó como un desafío irresistible. Ignacio Jesús, después de coquetear con el handball, el básquet y el hockey, se dedicó al atletismo de larga distancia. Tobías, enamorado del fútbol, defiende los colores del Club Peñarol. Ignacio (padre), fiel al atletismo de toda la vida, también le hace ojitos al triatlón. ¡Una ensalada deportiva para todos los gustos!
«Decidimos hacerlo en familia porque es un deporte muy completo. Vivirlo en posta tiene otra adrenalina, y hacerlo junto a nuestros hijos es emocionante», explica Santana. ¡Y acá entre nosotros, quién no se emocionaría!
Ya tienen experiencia en postas atléticas sanjuaninas, pero esta es la primera vez que se animan al Ironman 70.3. La estrategia está clara: Tobías se zambulle en la natación, Ignacio (padre) pedalea como un campeón en el ciclismo e Ignacio Jesús vuela en el pedestrismo. ¡Cada uno con su especialidad para darlo todo!
«Nos preparamos con disciplina y compromiso, porque queremos disfrutar y dar lo mejor de nosotros en la competencia», aseguran. ¡Actitud de sobra es lo que tienen estos muchachos!
### Más que un desafío físico: una inspiración para todos
Pero la movida de los Santana va más allá de la competencia. Buscan inspirar a otras familias a sumarse al mundo del deporte. ¡Y tienen razón!
«El deporte es salud, une a la familia y fortalece el corazón y la mente. Invito a todos a que lo practiquen, aunque sea caminando. Compartirlo con los hijos no tiene precio», reflexiona Ignacio (padre). ¡Palabras sabias para tener en cuenta!
La historia de los Santana también es un ejemplo de resiliencia. Ignacio (padre) sufrió un ACV a los 37 años que lo dejó complicado, pero con el apoyo de su familia logró salir adelante y volver a las pistas. Hoy, a los 45 años, demuestra que los límites están para romperlos. ¡Un verdadero Rocky Balboa sanjuanino!
Y aunque los flashes se los lleven los tres competidores, hay una figura clave detrás de escena: Andrea del Valle Pérez, la madre y esposa que organiza todo, alienta sin parar y banca a la familia a full. ¡Una verdadera jefa!
«Es nuestro motor, la que nos recuerda todo, la que sufre y se emociona con nosotros. Sin ella, nada de esto sería posible», remata Santana. ¡Un reconocimiento merecido para la número uno!
El 6 de abril, cuando crucen la meta del Ironman 70.3, los Santana no solo habrán completado una prueba durísima, sino que habrán escrito un capítulo imborrable en la historia del deporte familiar. Porque cuando se corre en familia, cada paso se convierte en un recuerdo inolvidable. ¡Y eso no tiene precio!
