Jonás Gutiérrez vuelve al fútbol tras vencer al cáncer

Redacción Cuyo News
6 min
Cortito y conciso:

Jonás Gutiérrez, el «Galgo», vuelve al ruedo a sus 41 años en un club amateur de Las Toninas, luego de superar un cáncer y tras cuatro años del retiro profesional. El ex mundialista de Sudáfrica 2010, busca paz y reconexión con el deporte que le dio tanto, y de paso le devuelve el cariño a los que lo bancaron. Con una carrera marcada por la superación, Jonás no descarta un futuro como DT, pero por ahora pone la 10 en la costa.

El «Galgo» Gutiérrez, ese que todos recuerdan gambeteando rivales y superando adversidades, vuelve a sacudir el avispero del fútbol. Sí, señores, a sus 41 abriles, este gladiador que le ganó al cáncer testicular en 2014, y que de pibe sufrió una parálisis temporal, decidió que todavía tiene hilo en el carretel. Después de un periplo por clubes como Vélez, Mallorca y el Depor, y de colgar los botines hace cuatro años, ahora se lo encuentra en Las Toninas, un pueblito costero que para él es como el diván del psicólogo: su cable a tierra.

Jonás Gutiérrez
Jonás Gutiérrez, allá por 2015, vistiendo los colores del Newcastle. (Photo by Ian Horrocks/Getty Images)

Y no es que al «Galgo» le haya picado el bicho de la nostalgia, ni que se crea el nuevo «Maradona» de la costa. «Siempre que mi cabeza no estaba bien, vine aquí. El mar y el fútbol son mi cable a tierra«, confesó en una charla con Relevo, dejando bien claro que esto es más una terapia futbolera que otra cosa.

El Regreso Inesperado

Resulta que el técnico del equipo de Las Toninas lo convenció, y él, que nunca le dice que no a una redonda, aceptó. «El técnico me preguntó si quería sumarme, y acepté. Es una forma de devolver el cariño de la gente y del lugar que tanto me ha dado«, dijo, echándole un poco de humildad al asunto. Claro, después de lidiar con defensas de la Premier League y de gambetearla en Sudáfrica 2010, jugar sin la presión de un salario estratosférico debe ser como un recreo. Y es que Jonás sabe que su cuerpo ya no es el de antes y reconoce que “nos levantamos y entrenamos todos los días. La pelota forma parte de nuestras vidas desde chicos«, un mantra que lo acompaña desde que su relación con el deporte arrancó por recomendación médica, tras aquella parálisis infantil.

Jonás Gutiérrez

Claro que la carrera de Gutiérrez no se puede resumir en un partido de playa. Su paso por el Mallorca, por ejemplo, donde conoció Europa en 2005, le dejó recuerdos imborrables, como ese gol con la máscara de Spiderman que lo inmortalizó. «La isla es maravillosa, todavía tengo mi casa allí. El gol que marqué contra Osasuna, con la máscara de Spiderman, me marcó mucho, porque hasta en Inglaterra comenzaron a llamarme así«, recuerda entre risas, ¿quién no se acuerda de esa?.

El legado del Diego y la Pulga

Y ni hablar de su paso por la Selección Argentina de Maradona, un capítulo que seguramente le saca una sonrisa. «El Diego tenía una capacidad de resiliencia increíble. Aprendí mucho de él, sobre todo de cómo siempre se levantaba de los momentos más oscuros«, comenta con ese respeto que solo los que compartieron vestuario con el 10 le pueden tener. Pero no se queda ahí, también tuvo palabras de admiración para Lionel Messi, a quien considera “único«. «Nunca vi a alguien con su visión y habilidad. Está en otro nivel, incluso comparado con jugadores de élite como Di María o Agüero«, confesó, casi como si estuviera viendo un partido de PlayStation.

Luego de ese Mundial en Sudáfrica, en 2014, le tocó enfrentar la peor gambeta de su vida: el diagnóstico de cáncer. Pero Jonás, en lugar de quedarse en el piso, salió a jugar, como siempre. «No tuve miedo a morir, pero sí a lo desconocido. La quimioterapia fue difícil, pero agradezco que el fútbol me preparó físicamente para soportarla«. Y así, a puro huevo y guapeza, logró vencer al bicho, aprendiendo de paso a disfrutar de cada día como si fuera una final: «Aprendí a disfrutar cada día y agradecer cada mañana«.

Hoy, en Las Toninas, Jonás Gutiérrez sigue dándole a la redonda, pero sin la presión de los flashes ni de los contratos millonarios. Aunque el buzo de DT no está en sus planes, por el momento, lo que sí es seguro es que la pasión por la pelota sigue intacta, siendo su mejor compañera para “mantenerse conectado con la vida”. Una historia, sin duda, para reflexionar y compartir. ¿Qué tal si lo debatimos en los comentarios?

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