El arquero Agustín Marchesín llegó a Argentina para unirse a Boca Juniors, cumpliendo un «sueño de la infancia». Tras su paso por Gremio, el jugador de 36 años se suma al equipo de Fernando Gago y hoy ya se realizará la revisión médica para incorporarse. Marchesín reconoció conversaciones con el entrenador y con Román Riquelme.
Agustín Marchesín, el guardameta de 36 años, pisó suelo argentino en la madrugada del miércoles, listo para enfundarse la casaca de Boca Juniors. La revisión médica lo espera en el transcurso del día, último trámite antes de sumarse al plantel dirigido por Fernando Gago. El arribo de Marchesín no es un fichaje más; para él, según sus propias palabras, es la concreción de «un sueño de la infancia».
El ex arquero del Gremio, con una trayectoria que lo ha llevado por distintos rincones del fútbol, no ocultó su satisfacción al llegar a Boca, un club al que ha estado ligado en el imaginario popular y en rumores de mercado de pases durante años. «Muy contento de estar ya en Argentina y de llegar a un club como Boca. Es una linda oportunidad», expresó Marchesín, dejando entrever la emoción que lo embarga.
Las charlas que anticiparon el desembarco en la Boca
Marchesín también reveló los pormenores de su llegada, destacando las conversaciones mantenidas con figuras clave del club: «Venía hablando con Gago y con Román. Más adelante hablaremos más seriamente para ver cuando me sumo al grupo». Estas declaraciones confirman que las negociaciones no fueron un mero trámite, sino el resultado de un diálogo y un mutuo interés.
Este arquero, que supo saborear la gloria con la Selección Argentina en la Copa América 2021, llega a Boca tras una estadía en el fútbol brasileño. Su último club fue Gremio, donde cosechó 46 partidos. Ahora se para en la Bombonera para ocupar la plaza que deja vacante Sergio Romero, por una lesión que lo marginará de las canchas por al menos dos meses, una coincidencia casi novelesca.
Un refuerzo con experiencia y ambición
La llegada de Marchesín a Boca despierta debates y expectativas. Algunos valorarán su experiencia y jerarquía, mientras que otros cuestionarán si es la solución ideal para un arco que siempre exige lo mejor. Lo que queda claro es que el arquero viene con toda la ilusión de un hincha que ahora tiene la oportunidad de defender los colores de su infancia. ¿Logrará consolidarse y ganarse el amor de la exigente hinchada Xeneize? Solo el tiempo y sus actuaciones bajo los tres palos lo dirán.
