Agustín Marchesín, ex arquero de Gremio, se convertirá en nuevo jugador de Boca Juniors luego de realizarse la revisión médica y firmar su contrato. El arquero, confeso hincha del Xeneize, había declarado tiempo atrás que no jugaría en River Plate, desatando reacciones en redes sociales.
Agustín Marchesín, el arquero que alguna vez prometió no pisar el Monumental, está a punto de cumplir un sueño: defender el arco de Boca. El ex guardameta del Gremio brasileño, después de la pertinente revisión médica y la firma de contrato, se unirá al elenco Xeneize, el equipo del cual, según sus propias palabras, es hincha de toda la vida. La noticia, como era de esperarse, ha generado un revuelo en las redes sociales, donde muchos hinchas de Boca desempolvaron aquellas declaraciones de Marchesín que fueron especialmente duras para el rival de toda la vida.
El pasado anti-river del nuevo arquero xeneize
Los más atentos recordarán cuando, en el canal oficial del Celta de Vigo, Marchesín aseguró con contundencia: “En River no atajaría, ni lo pensaría, no me saldría, estaría mal. Como tampoco lo haría en Banfield. Todo el mundo sabe que soy hincha de Boca y Lanús me dio todo”. Aquella frase, que hoy resuena con fuerza en el mundo del fútbol argentino, vuelve a poner de manifiesto las pasiones que despierta este deporte. Y no es para menos, en un fútbol donde la fidelidad, a veces olvidada, todavía tiene un valor.
El vínculo entre Marchesín y Boca, no es cosa de ahora. Desde la época en que Carlos Navarro Montoya defendía los tres palos del arco Xeneize, el ahora refuerzo del club de la Ribera, se confesaba admirador del «Mono». De hecho, el propio Marchesín compartió en sus redes una fotografía de su infancia en la que se le puede ver vistiendo la camiseta de su ídolo. Un gesto que, sin duda, alimentó aún más las expectativas de los hinchas.
Elogios de un ídolo
Navarro Montoya, consultado sobre la llegada de Marchesín, no dudó en elogiarlo: «Agustín es un arquero que brinda seguridad, que genera tranquilidad. A lo largo de su carrera ha demostrado esa capacidad para generar en sus compañeros y en el equipo la seguridad que después se traslada al resto de las líneas. Maneja bien todas las áreas que debe tener un arquero: la técnica, la física y la cognitiva». Declaraciones que, a pesar de la objetividad profesional del arquero histórico, no dejan de sonar como una bienvenida aprobatoria.
¿Será que Marchesín logrará estar a la altura de las expectativas? Solo el tiempo dirá si su amor por Boca, reflejado en su pasado y en sus palabras, se traducirá en un presente exitoso. Lo que es seguro, es que la hinchada ya está con él, esperándolo con los brazos abiertos y un puñado de ilusiones. Y que, como siempre, el folclore del fútbol argentino seguirá siendo noticia, generando amores, odios y debates que, al fin y al cabo, le dan vida a este deporte.
