Boca, con un equipo alternativo plagado de pibes, perdió 1 a 0 contra Alianza Lima en Perú por la Copa Libertadores. Marchesín evitó una goleada. Gago se juega el puesto en la vuelta.
El papelón Xeneize en Perú: Alianza Lima lo vacunó y Gago quedó en la cuerda floja
En una noche para el olvido, Boca Juniors cayó 1 a 0 frente a Alianza Lima en el partido de ida de la Fase 2 de la Copa Libertadores. El encuentro, disputado en el Estadio Alejandro Villanueva, fue un monólogo del equipo local que aprovechó las falencias defensivas del Xeneize, plagado de juveniles y suplentes, para llevarse una victoria ajustada pero merecida. El único gol del partido lo marcó Pablo Ceppelini, para delirio de los hinchas Blanquiazules.

Marchesín, la figura de la derrota
Si el resultado no fue más abultado, fue gracias a las intervenciones de Agustín Marchesín. El arquero Xeneize, con tres atajadas clave, evitó lo que podría haber sido una catástrofe. «Lo vamos a dar vuelta», declaró Marchesín después del partido, con una confianza que, visto lo visto en la cancha, sonó más a promesa de campaña política que a realidad. Casi un De la Rúa pre-2001.
Marchesín salvó el segundo de Alianza Lima
Un equipo desdibujado y un Gago en jaque
El rendimiento del equipo Xeneize fue preocupante. Con un mediocampo que parecía el triángulo de las Bermudas, donde las pelotas se perdían sin dejar rastro, y una delantera con menos gol que Eber Ludueña en un partido benéfico, Boca nunca logró inquietar al arquero rival. El partido de Juan Barinaga fue un compendio de errores, recordando al peor lateral que haya pisado una cancha (con el debido respeto a Clemente Rodríguez en sus últimos años).
«Empezá a correr porque te saco a la mierda», le gritó Gago a Zeballos en un momento del partido, frase que resume la impotencia del entrenador ante el flojo rendimiento de sus dirigidos. El DT, que apostó por una formación alternativa pensando en el torneo local, quedó en la cuerda floja. La Bombonera, la semana que viene, será testigo de una final anticipada para Gago y sus muchachos. ¿Podrán revertir la situación o terminará como Ramón Díaz en su último ciclo en River? El interrogante queda planteado.
