Yacante: la persistencia que rinde frutos en cada largada
Paula Yacante, una de las atletas más prolíficas y exitosas de la provincia, cierra el año con un balance excepcional. La corredora caucetera logró la asombrosa cifra de 13 podios en 16 competencias disputadas, un promedio de efectividad que la posiciona como un referente ineludible en el circuito local. Su participación abarcó diversas modalidades, desde el cross country hasta el trail y las carreras de calle, evidenciando una versatilidad que pocos pueden igualar.
Orígenes de una pasión: del hockey a las pistas
El vínculo de Paula con el deporte se remonta a su infancia. «Deporte he practicado siempre, desde chica», relata. Sus inicios fueron en el hockey sobre césped a los nueve años, pero el atletismo la encontró a los 13 o 14, a través de los Juegos Evita. Fue allí donde descubrió su vocación por el medio fondo, especializándose en la prueba de 2.000 metros. A los 17, el atletismo se convirtió en su única disciplina. Un paréntesis obligado durante la pandemia, dedicado a prioridades académicas, la llevó a una pausa, pero en 2022 retomó con fuerza el camino que la mantiene hasta hoy.
La influencia familiar fue determinante. «En mi familia, mi mamá, mi papá, toda la vida han hecho deporte», explica. Fueron ellos quienes la introdujeron al running, acompañándola en sus primeras salidas. Este ambiente de constante actividad física, sumado al aliento de sus profesores y entrenadores, forjó la disciplina que hoy la caracteriza, incluso mientras cursaba su carrera de profesora de Matemáticas. «La época de estudiante y el deporte la verdad que lo llevé muy bien. Nunca dejé de lado el deporte y eso me ayudó a ser responsable, a trabajar mucho la voluntad, el cumplir con mis obligaciones y demás. Yo creo que eso se lo debo también al deporte», subraya, destacando el rol del ejercicio como su «salvavidas» personal en momentos de exigencia académica.
Entre la autocrítica y los objetivos de 2026
A pesar de su impresionante historial, Yacante sorprende al confesar su filosofía poco competitiva. «No me considero una persona muy competitiva, es más, muchas personas, compañeros, mi entrenador por ahí me dicen que tengo que tener como más sangre, tengo que ser más competitiva», revela. Su enfoque es más introspectivo: «No suelo estudiar mucho a mis rivales, o sea, veo con quién voy a correr simplemente, hablo con mi entrenador y le digo bueno yo voy a ver, a largar y veo; si puedo ir con ellas, buenísimo.»
El balance de fin de año es más que positivo: «El año lo termino súper conforme. La verdad que no hay año que haya terminado mal en cuanto al deporte porque lo disfruto mucho.» Su mejor carrera fue la Maratón de San Juan, donde logró el tiempo anhelado, mientras que la decepción llegó en «Tierra de Gigantes», donde un gel en mal estado la obligó a abandonar, una decisión que contraviene su principio de «nunca abandonar una carrera».
Mirando hacia 2026, Paula Yacante ya traza su estrategia. Tras una fase de «descarga» para finalizar el año, enero marcará el inicio de una pretemporada más rigurosa, con un objetivo claro: los 21K. «Me gustaría largar los 17 kilómetros de la nocturna del 31 de enero. Vamos a ver cómo estamos para ésa y de ahí apuntaría a ver si puedo ir a Mendoza, a largar un 21 como para empezar a familiarizarme con esta nueva distancia que va a ser para mí», concluye, proyectando un futuro donde el desafío de las medias maratones será su próximo terreno de conquista.
Paula Yacante, atleta caucetera y profesora de Matemáticas, culminó el año con una notable marca de 13 podios en 16 competencias, consolidándose como una de las figuras más activas y eficientes del atletismo local. Su disciplina, forjada desde la niñez con el apoyo familiar y perfeccionada a la par de sus estudios universitarios, destaca su compromiso inquebrantable con el deporte, a pesar de su declarado enfoque no competitivo.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Esta profesora de Matemáticas, que comenzó a desandar pistas desde los nueve años (primero hockey, luego atletismo por los infalibles Juegos Evita), insiste en que no se considera «muy competitiva». Una afirmación que, con su palmarés, suena a provocación fina. «No estudio a mis rivales», confiesa, lo que sugiere una confianza en sí misma que se materializa, casi por inercia, en un lugar en el podio. Quizás su estrategia sea tan avanzada que no la entendemos.
El único «bajón» registrado fue un gel traicionero en «Tierra de Gigantes», una verdadera puñalada química que la obligó a abandonar. Un gel, el némesis insospechado de una campeona. La moral para el 2026 ya está fijada: conquistar los 21K. Una distancia que, con su ritmo, es probable que ya esté planeando dominar antes de que el resto del pelotón haya encontrado sus zapatillas.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Yacante: la persistencia que rinde frutos en cada largada
Paula Yacante, una de las atletas más prolíficas y exitosas de la provincia, cierra el año con un balance excepcional. La corredora caucetera logró la asombrosa cifra de 13 podios en 16 competencias disputadas, un promedio de efectividad que la posiciona como un referente ineludible en el circuito local. Su participación abarcó diversas modalidades, desde el cross country hasta el trail y las carreras de calle, evidenciando una versatilidad que pocos pueden igualar.
Orígenes de una pasión: del hockey a las pistas
El vínculo de Paula con el deporte se remonta a su infancia. «Deporte he practicado siempre, desde chica», relata. Sus inicios fueron en el hockey sobre césped a los nueve años, pero el atletismo la encontró a los 13 o 14, a través de los Juegos Evita. Fue allí donde descubrió su vocación por el medio fondo, especializándose en la prueba de 2.000 metros. A los 17, el atletismo se convirtió en su única disciplina. Un paréntesis obligado durante la pandemia, dedicado a prioridades académicas, la llevó a una pausa, pero en 2022 retomó con fuerza el camino que la mantiene hasta hoy.
La influencia familiar fue determinante. «En mi familia, mi mamá, mi papá, toda la vida han hecho deporte», explica. Fueron ellos quienes la introdujeron al running, acompañándola en sus primeras salidas. Este ambiente de constante actividad física, sumado al aliento de sus profesores y entrenadores, forjó la disciplina que hoy la caracteriza, incluso mientras cursaba su carrera de profesora de Matemáticas. «La época de estudiante y el deporte la verdad que lo llevé muy bien. Nunca dejé de lado el deporte y eso me ayudó a ser responsable, a trabajar mucho la voluntad, el cumplir con mis obligaciones y demás. Yo creo que eso se lo debo también al deporte», subraya, destacando el rol del ejercicio como su «salvavidas» personal en momentos de exigencia académica.
Entre la autocrítica y los objetivos de 2026
A pesar de su impresionante historial, Yacante sorprende al confesar su filosofía poco competitiva. «No me considero una persona muy competitiva, es más, muchas personas, compañeros, mi entrenador por ahí me dicen que tengo que tener como más sangre, tengo que ser más competitiva», revela. Su enfoque es más introspectivo: «No suelo estudiar mucho a mis rivales, o sea, veo con quién voy a correr simplemente, hablo con mi entrenador y le digo bueno yo voy a ver, a largar y veo; si puedo ir con ellas, buenísimo.»
El balance de fin de año es más que positivo: «El año lo termino súper conforme. La verdad que no hay año que haya terminado mal en cuanto al deporte porque lo disfruto mucho.» Su mejor carrera fue la Maratón de San Juan, donde logró el tiempo anhelado, mientras que la decepción llegó en «Tierra de Gigantes», donde un gel en mal estado la obligó a abandonar, una decisión que contraviene su principio de «nunca abandonar una carrera».
Mirando hacia 2026, Paula Yacante ya traza su estrategia. Tras una fase de «descarga» para finalizar el año, enero marcará el inicio de una pretemporada más rigurosa, con un objetivo claro: los 21K. «Me gustaría largar los 17 kilómetros de la nocturna del 31 de enero. Vamos a ver cómo estamos para ésa y de ahí apuntaría a ver si puedo ir a Mendoza, a largar un 21 como para empezar a familiarizarme con esta nueva distancia que va a ser para mí», concluye, proyectando un futuro donde el desafío de las medias maratones será su próximo terreno de conquista.
Esta profesora de Matemáticas, que comenzó a desandar pistas desde los nueve años (primero hockey, luego atletismo por los infalibles Juegos Evita), insiste en que no se considera «muy competitiva». Una afirmación que, con su palmarés, suena a provocación fina. «No estudio a mis rivales», confiesa, lo que sugiere una confianza en sí misma que se materializa, casi por inercia, en un lugar en el podio. Quizás su estrategia sea tan avanzada que no la entendemos.
El único «bajón» registrado fue un gel traicionero en «Tierra de Gigantes», una verdadera puñalada química que la obligó a abandonar. Un gel, el némesis insospechado de una campeona. La moral para el 2026 ya está fijada: conquistar los 21K. Una distancia que, con su ritmo, es probable que ya esté planeando dominar antes de que el resto del pelotón haya encontrado sus zapatillas.