Tivani sorprende con triunfo en el Villicum: ¡Sprint de infarto!

Mateo Luna
4 min
Cortito y conciso:

Nicolás Tivani, ciclista chimbero, se quedó con la primera etapa de la competencia en el Circuito San Juan Villicum. A pesar de no tenerlo planeado, terminó imponiéndose en un emocionante sprint final. Con un equipo que confió en él, Tivani no dudó: «Siempre se corre para ganar, nunca para participar».

Tivani se adueña del Villicum en un final de infarto

Cuando el rugido de los motores cede ante el silencio de las bicis, el Circuito San Juan Villicum se transforma. Esta vez, el asfalto no vibró con los bólidos, sino con la potencia de las piernas de Nicolás Tivani, quien se proclamó vencedor en la primera etapa de la competencia ciclística. Un desenlace que ni el más avezado de los guionistas deportivos hubiera anticipado.

Tivani, cual “Tanque” Aguerre en sus mejores tiempos, llegó al circuito acompañado por catorce colegas, con la misión de calibrar fuerzas y empezar a definir la etapa en los 4266 metros de pista. No era su plan inicial subir a lo más alto del podio, pero, como en una noche de Copa Libertadores, los imponderables lo llevaron a dar el zarpazo justo en el sprint final, superando al aguerrido Ángel Oropel. Es que claro, en el deporte como en la vida, no siempre el que arranca con la mejor idea se lleva el premio mayor.

Estrategia y compañerismo: Claves de la victoria

Tras cruzar la meta, con ese resuello de quien dejó el alma en cada pedalada, el ciclista chimbero compartió sus sensaciones. “Fue una linda definición. Gracias a Dios se dio, así que muy contento por eso”, expresó con la satisfacción del deber cumplido. Y vaya que fue una linda definición, digna de ser comentada en cualquier sobremesa de un asado dominguero después de ver el resumen de SportsCenter.

Pero el triunfo no fue obra de la casualidad. El propio Tivani reveló parte de su estrategia, esa que no se enseña en los manuales pero que todo deportista de raza intuye: “Sinceramente, estar atento, estar atento a todos los cortes”. Y la jugada le salió redonda. «Justo en el único movimiento que realicé, se hizo el corte y después tuve la suerte de que llegó mi hermano de atrás». A partir de ahí, todo fue como un pase de primera en una final del Mundial: «Ya había quedado con Chingolo, Rodrigo Díaz y Abraham Paredes, compañeros míos, así que confiaron plenamente en mí y bueno, que contento que les pueda regalar esa victoria a ellos”. Una demostración de que en el ciclismo, como en la vida, el trabajo en equipo puede llevar a la gloria.

¿Un aviso para el resto de la competencia?

Y como en el deporte de alto rendimiento no se puede especular, Tivani dejó un mensaje claro a sus rivales sobre sus ambiciones en la competencia: “Obvio, siempre se corre para ganar, nunca se corre para participar”. Una declaración que huele a la mística del «Toto» Lorenzo cuando salía a la cancha: compromiso y ambición al 100%. Este arranque de la competencia nos deja con la miel en los labios a la espera de lo que suceda en las etapas venideras. Y la definición, como él mismo lo resumió, fue “todo lindo, así que disfrutando”. Y nosotros, los que disfrutamos de estas batallas épicas sobre ruedas, también.

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