Tras el anuncio del Gobierno de eliminar temporalmente las retenciones a las exportaciones agropecuarias, el mercado reaccionó con alivio inicial pero también con advertencias sobre sus efectos de corto y mediano plazo. Los analistas identifican tres principales consecuencias de la medida: más oferta de dólares, menor recaudación y una aceleración moderada de la inflación.
Mayor oferta de dólares
El economista Federico Machado calificó la medida como “populismo cambiario”, al señalar que el Gobierno resigna superávit fiscal para sostener un tipo de cambio en tensión. Recordó que la medida busca dar aire al mercado tras una semana en la que el Banco Central debió vender u$s1.100 millones para evitar una devaluación.
Si bien se espera que el agro liquide divisas gracias a la eliminación de retenciones, Machado advirtió que el efecto depende de la demanda de pesos: “Si el productor no quiere pesos, encontrará la forma de recomprar dólares”.
El anuncio coincidió con la promesa del titular del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, de apoyar a la Argentina con un financiamiento de al menos u$s10.000 millones, que podría incluir swaps, compra de bonos o divisas.
Menor recaudación fiscal
El vocero presidencial, Manuel Adorni, celebró que “este es el único Gobierno que responde a la adversidad bajando impuestos”. Sin embargo, los analistas advierten que la decisión implica un costo fiscal de entre 0,23% y 0,28% del PBI, equivalente a unos u$s1.000 millones en 2025.
Un estudio del IAEF estima que la pérdida de ingresos fiscales representa el 46% del superávit previsto en el Presupuesto 2026. Si bien el efecto no pondría en riesgo inmediato las cuentas públicas, obligará a mayores ajustes en otras partidas.
El impacto dependerá del nivel de liquidación del agro: en el escenario más optimista, con un 80% de maíz y soja vendidos, el costo fiscal se reduciría al 0,23% del PBI; en el peor, treparía al 0,28%.
Inflación moderada en alimentos
La economista Rocío Bisang (EcoGo) anticipó que la medida podría generar una aceleración “moderada” de la inflación minorista, sobre todo en carne, harinas y derivados. “El impacto sería puntual y dependerá del nivel de stocks disponibles”, explicó.
En tanto, Camilo Tiscornia (C&T Asociados) coincidió en que el efecto directo se verá en las carnes, aunque advirtió que “algún traspaso a precios habrá sin dudas”.
Los analistas también destacan que, si la entrada de dólares logra estabilizar el tipo de cambio, el impacto inflacionario podría ser menor. “Con la actividad económica quieta, el traslado automático a precios es más complicado”, sintetizó Tiscornia.
En definitiva, la medida le da oxígeno inmediato al Gobierno, pero plantea interrogantes sobre su sostenibilidad y sobre los costos fiscales e inflacionarios que podrían emerger después de las elecciones de octubre.
La eliminación temporal de retenciones al agro generó distintas lecturas en el mercado. Los analistas señalan tres efectos principales: una mayor oferta de dólares en el corto plazo, una caída en la recaudación fiscal de hasta 0,23% del PBI y una aceleración moderada de la inflación, concentrada en alimentos como carne y harinas. El Gobierno apuesta a llegar con calma cambiaria a octubre, aunque los economistas advierten sobre riesgos de sostenibilidad.
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Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Tras el anuncio del Gobierno de eliminar temporalmente las retenciones a las exportaciones agropecuarias, el mercado reaccionó con alivio inicial pero también con advertencias sobre sus efectos de corto y mediano plazo. Los analistas identifican tres principales consecuencias de la medida: más oferta de dólares, menor recaudación y una aceleración moderada de la inflación.
Mayor oferta de dólares
El economista Federico Machado calificó la medida como “populismo cambiario”, al señalar que el Gobierno resigna superávit fiscal para sostener un tipo de cambio en tensión. Recordó que la medida busca dar aire al mercado tras una semana en la que el Banco Central debió vender u$s1.100 millones para evitar una devaluación.
Si bien se espera que el agro liquide divisas gracias a la eliminación de retenciones, Machado advirtió que el efecto depende de la demanda de pesos: “Si el productor no quiere pesos, encontrará la forma de recomprar dólares”.
El anuncio coincidió con la promesa del titular del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, de apoyar a la Argentina con un financiamiento de al menos u$s10.000 millones, que podría incluir swaps, compra de bonos o divisas.
Menor recaudación fiscal
El vocero presidencial, Manuel Adorni, celebró que “este es el único Gobierno que responde a la adversidad bajando impuestos”. Sin embargo, los analistas advierten que la decisión implica un costo fiscal de entre 0,23% y 0,28% del PBI, equivalente a unos u$s1.000 millones en 2025.
Un estudio del IAEF estima que la pérdida de ingresos fiscales representa el 46% del superávit previsto en el Presupuesto 2026. Si bien el efecto no pondría en riesgo inmediato las cuentas públicas, obligará a mayores ajustes en otras partidas.
El impacto dependerá del nivel de liquidación del agro: en el escenario más optimista, con un 80% de maíz y soja vendidos, el costo fiscal se reduciría al 0,23% del PBI; en el peor, treparía al 0,28%.
Inflación moderada en alimentos
La economista Rocío Bisang (EcoGo) anticipó que la medida podría generar una aceleración “moderada” de la inflación minorista, sobre todo en carne, harinas y derivados. “El impacto sería puntual y dependerá del nivel de stocks disponibles”, explicó.
En tanto, Camilo Tiscornia (C&T Asociados) coincidió en que el efecto directo se verá en las carnes, aunque advirtió que “algún traspaso a precios habrá sin dudas”.
Los analistas también destacan que, si la entrada de dólares logra estabilizar el tipo de cambio, el impacto inflacionario podría ser menor. “Con la actividad económica quieta, el traslado automático a precios es más complicado”, sintetizó Tiscornia.
En definitiva, la medida le da oxígeno inmediato al Gobierno, pero plantea interrogantes sobre su sostenibilidad y sobre los costos fiscales e inflacionarios que podrían emerger después de las elecciones de octubre.