Las turbulencias cambiarias, la improvisación económica y los escándalos políticos marcaron la previa de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Inversores y banqueros ya no se guían por encuestas, sino por la incertidumbre respecto de un Gobierno que apuesta todo a un resultado ajustado y a un eventual recalibramiento económico tras los comicios.
Según un importante gestor internacional, los grandes fondos “ya hicieron su primavera”, con ganancias de hasta 90% desde el año pasado, y se retiraron del mercado argentino. El consenso entre los analistas es que, si bien el país tiene potencial, ese escenario solo se dará cuando retorne el acceso a los mercados internacionales y las reformas estructurales pasen de ser un deseo a una realidad.
Mercado en guardia: estabilización y dólar
En reuniones privadas, referentes económicos coincidieron en que será necesario un programa de estabilización tras las elecciones. Las ventas de dólares del Tesoro fueron vistas como “la frutilla del postre” en un contexto de incertidumbre cambiaria y monetaria. “Lo que se está viendo es transitorio, no puede sostenerse mucho más”, advirtió un ex BCRA hoy convertido en consultor macroeconómico.
El dólar a $1.300 no luce de equilibrio, coincidieron varios analistas. La demanda de divisas por turismo, ahorro y arbitraje obliga a pensar en nuevas restricciones. En este sentido, recordaron que el FMI no esperaba un levantamiento total del cepo sin algún tipo de limitación, especialmente para grandes operaciones.
Crisis política y dudas de reelección
La coyuntura económica se combina con la crisis política que atraviesa el oficialismo, golpeado por el escándalo de los audios de Diego Spagnuolo y las dificultades del equipo de redes sociales de la Casa Rosada para contener el daño. En encuentros recientes, algunos referentes dejaron de hablar del actual mandato como el “primero” de Milei, sugiriendo que la reelección ya no está descontada.
A menos de dos meses de las elecciones de medio término, los operadores coinciden en que el Gobierno pecó de optimismo al usar el tipo de cambio como ancla sin reservas y sin acceso al crédito. Con una montaña de vencimientos en pesos, la combinación de tensiones financieras y crisis política configura un escenario incierto en el que, según los analistas, el Gobierno se verá obligado a barajar y dar de nuevo.
El mercado financiero espera definiciones del Gobierno tras las elecciones bonaerenses. Analistas prevén que será necesario un programa de estabilización, en medio de la improvisación económica, tensiones cambiarias y rumores sobre posibles restricciones en la compra de dólares.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Las turbulencias cambiarias, la improvisación económica y los escándalos políticos marcaron la previa de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Inversores y banqueros ya no se guían por encuestas, sino por la incertidumbre respecto de un Gobierno que apuesta todo a un resultado ajustado y a un eventual recalibramiento económico tras los comicios.
Según un importante gestor internacional, los grandes fondos “ya hicieron su primavera”, con ganancias de hasta 90% desde el año pasado, y se retiraron del mercado argentino. El consenso entre los analistas es que, si bien el país tiene potencial, ese escenario solo se dará cuando retorne el acceso a los mercados internacionales y las reformas estructurales pasen de ser un deseo a una realidad.
Mercado en guardia: estabilización y dólar
En reuniones privadas, referentes económicos coincidieron en que será necesario un programa de estabilización tras las elecciones. Las ventas de dólares del Tesoro fueron vistas como “la frutilla del postre” en un contexto de incertidumbre cambiaria y monetaria. “Lo que se está viendo es transitorio, no puede sostenerse mucho más”, advirtió un ex BCRA hoy convertido en consultor macroeconómico.
El dólar a $1.300 no luce de equilibrio, coincidieron varios analistas. La demanda de divisas por turismo, ahorro y arbitraje obliga a pensar en nuevas restricciones. En este sentido, recordaron que el FMI no esperaba un levantamiento total del cepo sin algún tipo de limitación, especialmente para grandes operaciones.
Crisis política y dudas de reelección
La coyuntura económica se combina con la crisis política que atraviesa el oficialismo, golpeado por el escándalo de los audios de Diego Spagnuolo y las dificultades del equipo de redes sociales de la Casa Rosada para contener el daño. En encuentros recientes, algunos referentes dejaron de hablar del actual mandato como el “primero” de Milei, sugiriendo que la reelección ya no está descontada.
A menos de dos meses de las elecciones de medio término, los operadores coinciden en que el Gobierno pecó de optimismo al usar el tipo de cambio como ancla sin reservas y sin acceso al crédito. Con una montaña de vencimientos en pesos, la combinación de tensiones financieras y crisis política configura un escenario incierto en el que, según los analistas, el Gobierno se verá obligado a barajar y dar de nuevo.