San Juan Innova, la empresa tecnológica provincial, está desplegando fibra óptica en Calingasta, respondiendo a la necesidad de conectividad. Barreal y Villa Calingasta ya tienen el tendido finalizado, mientras que Tamberías y otras localidades como Hilario, Puhuzun, Villa Corral y Villa Nueva siguen en proceso. Además, en Iglesia, se instalaron más de 14.000 metros de fibra, conectando a 72 sitios y extendiendo la red a zonas históricamente aisladas como Angualasto, Malimán y Colangüil, con puntos de acceso WiFi y seguridad para viajeros.
¡Atención, ciudadanos! En este tobogán de la historia argentina, donde las promesas parecen disolverse en el aire como un espejismo, hay una noticia que, al menos por un instante, ofrece un respiro y quizás, solo quizás, un motivo para levantar una ceja con menos escepticismo. La empresa provincial de tecnología y telecomunicaciones, San Juan Innova, esa que depende del Ministerio de Economía, Finanzas y Hacienda, avanza, según rezan los comunicados oficiales, en el tendido de fibra óptica en Calingasta. Sí, fibra óptica, esa maravilla que nos conecta al resto del mundo.
Avances en la conectividad
Según los informes, este despliegue de «conectividad» responde a las necesidades de la población y también, con el mismo entusiasmo, a las instituciones gubernamentales y sin ánimo de lucro. ¡Qué maravilla, un Estado que piensa en todos! En Barreal y Villa Calingasta, la ingeniería y el tendido de fibra ya están hechos. Ahora, dicen, solo falta la configuración de equipos. En Tamberías, el tendido está en marcha, mientras que Hilario, Puhuzun, Villa Corral y Villa Nueva, están a la espera de que la ingeniería haga su magia.
Uno podría preguntarse, claro, si esto no será otra «cortina de humo», pero al menos, el plan parece estar avanzando aunque, les digo, hay que observar con cuidado. No vaya a ser que nos vendan espejos de colores y nos dejen desconectados en pleno siglo XXI.
Iglesia también se sube a la ola
Mientras tanto, en Iglesia, otro departamento sanjuanino, se instalaron 14.000 metros de fibra óptica en 2024, conectando en principio a 72 sitios con el objetivo de supuestamente mejorar la comunicación y el acceso a recursos digitales. Y parece que lograron extenderle la mano a Angualasto, Malimán y Colangüil, tres localidades que, según dicen, históricamente estuvieron rezagadas en conectividad, sin internet ni señal de telefonía. ¡Ojo!, que esto no es menor. Sobre todo, por el tema del proyecto minero José María.
Aquí es donde me veo en la obligación, como diría el león, de reconocer un avance, aunque no me tiemble el pulso para señalar también los posibles problemas. 30 kilómetros adicionales de fibra para la red troncal, 22 Access Points Outdoor para WiFi público y cuatro puntos SOS a lo largo de la ruta, es un avance significativo. Y si a eso le sumamos que los postes SOS tienen cámaras de seguridad monitoreadas y son alimentados por energía solar, la cosa pinta, al menos en los papeles, bastante bien.
Ahora, como en todo, la prueba de fuego será cuando esta infraestructura se ponga a funcionar de verdad. Lo que queda claro es lo siguiente: la necesidad de conectividad es una realidad ineludible en el mundo moderno y, espero que la intención de San Juan Innova no sea solo maquillar la realidad con promesas vacías, sino de ofrecer soluciones reales para que las localidades sanjuaninas no se queden rezagadas en esta carrera digital.
