Un reciente estudio elaborado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA concluyó que la Argentina ha perdido atractivo para la inversión extranjera directa (IED) y para las grandes empresas multinacionales, principalmente de Estados Unidos y Europa.
Los datos del informe
El análisis se centró en cuatro períodos: 1999-2000, 2009-2011, 2020-2022 y la situación actual. Según los investigadores, los ingresos de IED mostraron fuertes fluctuaciones desde 2006, con picos en 2012 y 2023 y mínimos en 2009 y 2016.
Los aportes de capital promediaron apenas u$s 2.440 millones, con un máximo en 2012 de u$s 4.860 millones y un mínimo en 2014, cuando se registró una salida de u$s 110 millones. La reinversión de utilidades fue más significativa, con un promedio de u$s 5.000 millones anuales, aunque también con variaciones marcadas.
La evolución más llamativa, señala el estudio, fue la de los instrumentos de deuda: en promedio aportaron u$s 2.330 millones, con un máximo de u$s 15.300 millones en 2023 y un mínimo de -u$s 4.730 millones en 2016, cuando las empresas aprovecharon la normalización cambiaria para cancelar deudas acumuladas.
Restricciones cambiarias y pérdida de peso relativo
El informe aclara que estas oscilaciones no pueden explicarse únicamente por la evolución macroeconómica del país, sino que están estrechamente ligadas a las regulaciones cambiarias, conocidas como “cepo”. Estas medidas limitaron en distintos momentos el acceso a divisas para girar utilidades o pagar importaciones, afectando directamente a las filiales de multinacionales.
Asimismo, la investigación muestra que el peso relativo de la Argentina en la recepción de inversiones cayó de manera significativa: pasó de captar el 1,71% del total mundial en los 90 a apenas 0,48% en la década siguiente. En 2010 subió a 0,6%, pero luego volvió a retroceder. Actualmente, la participación del país es baja si se la compara con su proporción en la población mundial (0,56%) y en el PBI global (0,7%).
Caída frente al crecimiento regional
La tendencia negativa fue ratificada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que en un informe reciente destacó que, mientras la región registró un crecimiento del 7,1% interanual en la llegada de capitales, la Argentina experimentó una fuerte caída.
En el ranking regional, Brasil lidera con el 38% del total de la IED, seguido por México con el 24%. Detrás se ubican Colombia, Chile y Argentina, aunque en el caso argentino los ingresos fueron menores que en 2023.
El único sector en alza
Un dato positivo aparece en el rubro de recursos naturales. En 2024, la Argentina registró un incremento del 44% interanual en inversiones vinculadas a hidrocarburos, el mayor de América Latina. Sin embargo, este crecimiento estuvo motorizado por empresas ya instaladas que reinvirtieron utilidades, mientras que los aportes de capital fresco permanecen estancados.
En contraste, las estadísticas del Banco Central confirman que los flujos netos de inversión extranjera cayeron un 54% en 2024 respecto al año anterior, al pasar de u$s 23.866 millones a u$s 10.996 millones.
De esta forma, el informe de la UBA concluye que la Argentina perdió atractivo inversor, no como fenómeno regional sino como consecuencia de su propia pérdida de peso relativo y de la incertidumbre macroeconómica que desalienta la llegada de nuevas multinacionales.
Un informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA advirtió que Argentina perdió atractivo para las inversiones extranjeras y las empresas multinacionales, especialmente las de Estados Unidos y Europa. El estudio analiza la evolución del capital desde fines de los 90 hasta la actualidad y señala que la caída responde a regulaciones cambiarias y pérdida de peso relativo en la región.
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Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Un reciente estudio elaborado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA concluyó que la Argentina ha perdido atractivo para la inversión extranjera directa (IED) y para las grandes empresas multinacionales, principalmente de Estados Unidos y Europa.
Los datos del informe
El análisis se centró en cuatro períodos: 1999-2000, 2009-2011, 2020-2022 y la situación actual. Según los investigadores, los ingresos de IED mostraron fuertes fluctuaciones desde 2006, con picos en 2012 y 2023 y mínimos en 2009 y 2016.
Los aportes de capital promediaron apenas u$s 2.440 millones, con un máximo en 2012 de u$s 4.860 millones y un mínimo en 2014, cuando se registró una salida de u$s 110 millones. La reinversión de utilidades fue más significativa, con un promedio de u$s 5.000 millones anuales, aunque también con variaciones marcadas.
La evolución más llamativa, señala el estudio, fue la de los instrumentos de deuda: en promedio aportaron u$s 2.330 millones, con un máximo de u$s 15.300 millones en 2023 y un mínimo de -u$s 4.730 millones en 2016, cuando las empresas aprovecharon la normalización cambiaria para cancelar deudas acumuladas.
Restricciones cambiarias y pérdida de peso relativo
El informe aclara que estas oscilaciones no pueden explicarse únicamente por la evolución macroeconómica del país, sino que están estrechamente ligadas a las regulaciones cambiarias, conocidas como “cepo”. Estas medidas limitaron en distintos momentos el acceso a divisas para girar utilidades o pagar importaciones, afectando directamente a las filiales de multinacionales.
Asimismo, la investigación muestra que el peso relativo de la Argentina en la recepción de inversiones cayó de manera significativa: pasó de captar el 1,71% del total mundial en los 90 a apenas 0,48% en la década siguiente. En 2010 subió a 0,6%, pero luego volvió a retroceder. Actualmente, la participación del país es baja si se la compara con su proporción en la población mundial (0,56%) y en el PBI global (0,7%).
Caída frente al crecimiento regional
La tendencia negativa fue ratificada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que en un informe reciente destacó que, mientras la región registró un crecimiento del 7,1% interanual en la llegada de capitales, la Argentina experimentó una fuerte caída.
En el ranking regional, Brasil lidera con el 38% del total de la IED, seguido por México con el 24%. Detrás se ubican Colombia, Chile y Argentina, aunque en el caso argentino los ingresos fueron menores que en 2023.
El único sector en alza
Un dato positivo aparece en el rubro de recursos naturales. En 2024, la Argentina registró un incremento del 44% interanual en inversiones vinculadas a hidrocarburos, el mayor de América Latina. Sin embargo, este crecimiento estuvo motorizado por empresas ya instaladas que reinvirtieron utilidades, mientras que los aportes de capital fresco permanecen estancados.
En contraste, las estadísticas del Banco Central confirman que los flujos netos de inversión extranjera cayeron un 54% en 2024 respecto al año anterior, al pasar de u$s 23.866 millones a u$s 10.996 millones.
De esta forma, el informe de la UBA concluye que la Argentina perdió atractivo inversor, no como fenómeno regional sino como consecuencia de su propia pérdida de peso relativo y de la incertidumbre macroeconómica que desalienta la llegada de nuevas multinacionales.