Ley “Anti Shein”: el Gobierno la rechaza, pero crecen los apoyos en el Congreso

Redacción Cuyo News
5 min

En Argentina, la discusión sobre la posible “Ley Anti Shein” ya entró de lleno en la agenda política. El proyecto, impulsado por la Cámara Argentina de la Indumentaria, busca regular el ingreso de ropa importada a través de plataformas de e-commerce como Shein, alegando prácticas “anticompetitivas” que afectan de manera crítica a la industria local.

Un proyecto que gana apoyos en el Congreso

La iniciativa aún no fue presentada formalmente, pero ya cosecha adhesiones en sectores de la oposición “dialoguista”. El diputado Miguel Ángel Pichetto fue uno de los primeros en expresarse: “El efecto de las importaciones chinas y de las plataformas como Shein es letal para la industria nacional. Urge implementar fuertes aranceles”.

El plan apunta a sumar consensos multipartidarios y se presentaría después de las elecciones. Además, las cámaras empresariales argentinas trabajan en conjunto con sus pares de Brasil y México, mientras Uruguay acaba de aplicar un IVA del 22% a las compras en el exterior.

Detalles de la “Ley Anti Shein”

El borrador se inspira en la legislación francesa aprobada este año y plantea medidas como:

  • Tasas ecológicas progresivas por prenda vendida por empresas de “ultra fast fashion”.
  • Prohibición de publicidad de estas marcas en medios tradicionales y redes sociales.
  • Sanciones por incumplimiento de normas ambientales.
  • Certificados de origen, controles de toxicidad e impuestos adicionales.

La Cámara de la Indumentaria sostiene que estas regulaciones son necesarias para frenar un derrumbe que ya muestra cifras alarmantes: en los últimos dos años, 8 de cada 10 empresas textiles redujeron sus ventas con una caída promedio del 28%, según la Fundación Protejer.

El rechazo del Gobierno

El Gobierno nacional, en línea con su política de apertura y desregulación, salió a rechazar la propuesta. El diputado José Luis Espert fue contundente: “Compitan, loco. Ya la hicieron vendiéndonos décadas un calzón al precio de un yate”, dijo, calificando de “empresaurios impresentables” a los impulsores de la ley.

Por su parte, el vocero Manuel Adorni utilizó su programa Fake 7,8 para cuestionar a los empresarios del sector. Mostró imágenes de prendas locales hasta tres veces más caras que en Shein y apuntó: “Esa diferencia explica el interés por promover una ley que haga pagar a los argentinos $240.000 en vez de $70.000”.

Un debate que recién comienza

El cruce expone una tensión clásica: entre defender la industria nacional y proteger el bolsillo del consumidor. La “Ley Anti Shein” recién empieza a debatirse en la arena política, pero ya divide aguas en un país donde, entre la inflación y los salarios deprimidos, la ropa barata se transformó en un tema de Estado.

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