En la cumbre del 3 de julio de 2025 en Buenos Aires, el MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) anunció el cierre de las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), integrada por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein.
El acuerdo, que ahora se encuentra en fase de revisión legal y pendiente de ratificación parlamentaria, cubrirá un mercado de casi 300 millones de personas y un PBI combinado superior a 4,3 billones de dólares. Según el comunicado oficial, el 97 % de las exportaciones de ambos bloques accederán a beneficios arancelarios.
Ventana para productos de alto valor
El TLC con EFTA representa una estrategia complementaria al estancado diálogo con la UE y abre un acceso prioritario a un mercado de alto poder adquisitivo —con un PBI per cápita promedio cercano a USD 80 000— ideal para carne, vinos, productos regionales y manufacturas del MERCOSUR.
Fuentes como Infobae y La Nación señalan que Argentina ganará un impulso en exportaciones agroindustriales, mientras que Paraguay podrá ampliar su oferta de carne porcina en Europa.
Más que aranceles: servicios, inversión y sostenibilidad
El acuerdo incluye capítulos clave sobre:
- Comercio de servicios: tecnología, finanzas y consultoría
- Inversiones: seguridad jurídica para inversores
- Compras públicas: acceso a licitaciones en ambos bloques
- Propiedad intelectual: protección de patentes y marcas
- Facilitación de comercio: reducción de trámites aduaneros para PyMEs
- Desarrollo sostenible: cláusulas ambientales y laborales
Con Brasil asumiendo la presidencia pro tempore y Mp. Mauro Viera al frente de las negociaciones, se estima una rápida firma y ratificación en 2025. Por su parte, la secretaria suiza Helene Budliger Artieda calificó el acuerdo como “una total prioridad” para EFTA.
Analistas de Escenario Mundial destacan que, aunque el impacto del TLC sea menor que uno con la UE, representa un logro simbólico y estratégico para el MERCOSUR, reforzando su perfil negociador con economías desarrolladas.
Para Javier Milei, este acuerdo simboliza su objetivo de apertura económica y mayor encaje del bloque en las cadenas globales de valor.
Ahora, el foco está en los procesos parlamentarios nacionales. Si todo avanza como está previsto, el MERCOSUR entrará en una nueva fase de integración comercial con una de las regiones más ricas del planeta.