Orrego inyecta fondos a municipios: ¿Una movida estratégica o un acto de bondad genuina?

El mandatario sanjuanino, Marcelo Orrego, decidió soltar la billetera y repartir nada menos que 500 millones de pesitos provenientes del Fondo de Emergencias Municipal (FEM). La pregunta que resuena en el ambiente político, ¿es simple populismo o realmente una jugada pensada para que los municipios cierren el año sin sobresaltos financieros? La respuesta, como siempre en estas lides, es más compleja que un simple «sí» o «no».

¿Plata para fin de año o un guiño a los intendentes?

Según fuentes oficiales, la razón principal de este generoso desembolso es que los municipios puedan “afrontar el pago de remuneraciones y bonos de fin de año”. Uno podría suspirar aliviado, pensando que es un gesto de humanidad por parte del Gobierno. Pero en política, hasta el más mínimo acto tiene su doble lectura. No nos engañemos, que acá nadie mueve un dedo sin tener un interés escondido, y si no lo hay, es digno de sospecha.

Es que la política, al igual que un buen asado, tiene sus propias carnes que deben asarse a fuego lento. La distribución, de acuerdo a los índices de coparticipación de 2024, asegura que cada municipio reciba lo que le corresponde. O al menos, lo que el gobierno considera que le corresponde. ¿Será una forma elegante de mantener la tropa contenta y evitar reclamos de última hora? La respuesta, amigos míos, está en el aire, como el aroma a pimentón en un buen chimichurri.

Aquí no le vamos a tirar flores a nadie de manera innecesaria. Marcelo Orrego está haciendo lo que considera correcto, dentro de su lógica. Si nos ponemos a analizar en frío, la decisión al menos resulta práctica. La cosa es que, mientras algunos celebran estos fondos como agua en el desierto, otros fruncen el ceño y se preguntan si este movimiento es una simple muestra de buena gestión o una jugada maestra para consolidar poder. La dialéctica eterna de la política, esa que a muchos nos despierta el apetito para debatir.

¿Una solución real o un parche temporal?

Ahora bien, no podemos negar que este salvavidas financiero llega justo a tiempo para los municipios que seguramente están haciendo malabares con sus finanzas. Pero, ¿es esta la solución definitiva? ¿O simplemente un parche para evitar un conflicto mayor? Si no se corrigen los problemas de fondo, este tipo de acción es como ponerle curitas a la herida de un león. Y ya sabemos que los leones, cuando se enfurecen, son difíciles de calmar. De todos modos, mientras tanto, que los municipales disfruten de su sueldo y bono, que eso es una batalla ganada, aunque sea por el momento.

En fin, este es el panorama. Mientras los municipios hacen cuentas y los empleados festejan, nosotros seguiremos aquí, observando y analizando cada movimiento. Porque, como bien sabemos, en la política argentina, nada es lo que parece. Y si alguien dice lo contrario, seguramente nos está mintiendo. Es así, somos unos desconfiados, pero si quieren verdades, vengan a buscarlas donde se discuten las cosas como son. Y no, no es en tu grupo de WhatsApp.