San Juan lidera la reactivación de obra pública en el país bajo la gestión de Marcelo Orrego, priorizando viviendas, salud, educación y seguridad con fondos provinciales. Se han reactivado 51 proyectos, incluyendo 47 barrios, hospitales, escuelas y mejoras en infraestructura vial y de riego, demostrando un compromiso con el desarrollo y la calidad de vida de los sanjuaninos.
San Juan a la vanguardia: reactivación de la obra pública con sello propio y sin llanto
¡Ajá! Parece que en San Juan no están para llorar la carta, eh. En este 2024, con Marcelo Orrego al mando, la provincia se puso las pilas y le dio una patada al estancamiento en la obra pública. Sí, señores, mientras algunos se quejan de la falta de recursos, en San Juan decidieron tomar el toro por las astas y reactivar los proyectos a puro pulmón y con fondos provinciales. Una verdadera oda a la eficiencia que, me animo a decir, varios deberían copiar. ¡Pero claro, eso requiere trabajo, y no andar pidiendo plata ajena!
El ministro Fernando Perea, con la valentía de un león, soltó: «En un contexto económico difícil, el gobernador Marcelo Orrego tomó una decisión firme: la obra pública debía continuar». Y así fue, sin quejarse, sin buscar excusas. Optaron por usar la plata de la provincia, reorganizar prioridades y avanzar. ¿Ven? No todo está perdido, señores. Hay quienes sí saben hacer las cosas de manera correcta, sin recurrir al pobrecitismo.
Austeridad y foco en lo esencial: la receta sanjuanina
Me place destacar, para aquellos que aún no lo entienden, que la clave aquí fue la austeridad y el foco en lo esencial: viviendas, salud, educación y seguridad. «Hemos sido muy austeros, enfocándonos en terminar las obras, especialmente en viviendas, que son clave porque generan empleo y tienen un impacto directo en la calidad de vida de los sanjuaninos», afirmó Perea. Y no se equivocan, eh, porque como bien dijo un sabio por ahí: “El que madruga, Dios le ayuda”, pero el que trabaja, hace que las cosas sucedan.
¿Y cómo lo lograron? Pues trabajando como hormigas, en conjunto con la UOCRA y las empresas locales. La reactivación no fue gratis, claro, requirió «un sacrificio enorme, con inversiones significativas y un trabajo conjunto con distintos sectores». Pero como siempre digo: no hay almuerzo gratis. El que quiere celeste, que le cueste. Eso sí, en San Juan no hay plata tirada, cada peso se invierte con inteligencia, demostrando, a mi humilde entender, que se puede con gestión eficiente, sin depender de otros y con la convicción de construir un futuro mejor. Ojalá muchos aprendieran esta lección.
Obras que hablan por sí solas: más allá del bla bla
No solo se reactivaron las obras que habían quedado a medio camino, sino que también se iniciaron nuevos proyectos de envergadura. Entre ellos, 51 proyectos en marcha: 13 Centros de Desarrollo Infantil, 23 escuelas, 2 hospitales, 3 comisarías y una ampliación en el Servicio Penitenciario. ¡Una locura! Pero una locura de las buenas, de las que construyen y mejoran la realidad. Y si hablamos de vivienda, ¡agárrense! 47 barrios en los 19 departamentos de la provincia, con 700 casas entregadas y 300 más en camino. ¿Vieron? No es verso, son hechos concretos.
Además, se pavimentaron más de 32 kilómetros de calles, se mejoraron las infraestructuras de salud y educación, y se optimizó el sistema de riego. Incluso se le metió mano a obras emblemáticas como la avenida De Los Ríos en Caucete y la calle 5, que ya muestran avances palpables. Miren, señores, mientras algunos se la pasan criticando y buscando el pelo en la sopa, otros trabajan y hacen que las cosas sucedan. Y esos son los que merecen el reconocimiento. Y Marcelo Orrego merece el reconocimiento.
En fin, parece que en San Juan están demostrando que con voluntad, austeridad y buena gestión, se pueden superar los obstáculos y construir un futuro mejor. ¡Que tomen nota en otros lugares! Y si bien nunca me verán alabando a algún político, vale resaltar, que así se gobierna señores.
