San Juan le mete pata a la obra pública en 2024: ¡15 centros de salud remodelados y el plan de 146 sigue viento en popa! El gobernador Orrego priorizó infraestructura y salud, con miras a un 2025 de más avances. ¡El estado no es un estorbo, es la solución, carajo!
En un año que algunos tildarían de «ajuste» y otros de «reordenamiento», la provincia de San Juan decidió jugársela por la obra pública. Sí, esas cosas que algunos creen que son un gasto y no una inversión, ¡imagínense! El gobernador Marcelo Orrego, lejos de quedarse en el molde, le dio prioridad a la infraestructura y la salud, algo que, a mi humilde entender, es más importante que una batalla ideológica.
¿El resultado? 15 centros de salud puestos a punto en todo el territorio sanjuanino. No estamos hablando de una manito de pintura, no señor, sino de refacciones que mejoran tanto la atención al paciente como las condiciones de trabajo del personal de salud. Un cambio que muchos agradecen y que marca una diferencia, aunque a algunos se les erice la piel cuando hablamos de inversión pública.
El Plan de Remodelación: Una posta a seguir
Pero no se detuvo ahí la movida. El plan de Remodelación de los 146 centros de salud sigue su curso, ¡y ya van por el cuarto centro sanitario! La idea es modernizar las instalaciones y adaptarlas a las necesidades de la población. Porque, digámoslo claro, un sistema de salud robusto es esencial para que la gente pueda desarrollarse y darle vuelta a esta torta que, a veces, parece estar al revés.
Un 2025 con la motosierra en reposo (para la obra pública por lo menos)
De cara al 2025, Orrego y su equipo ratifican su compromiso de seguir por esta senda. La idea es llegar más lejos en la transformación del sistema sanitario provincial y garantizar que todos los sanjuaninos tengan centros de salud de calidad. Una visión que, a mi juicio, es para aplaudir. Claro, habrá que ver los detalles y que nadie se la lleve en pala, pero al menos, el norte parece ser el correcto.
La reactivación de la obra pública, además de dinamizar la economía local, genera empleo, que no es poco. La inversión en infraestructura es una clara demostración de que se puede priorizar el desarrollo sostenible y la mejora en la calidad de vida. Avances que, sin duda, merecen ser reconocidos y, por qué no, generar un poco de debate. Porque, al final, de eso se trata la cosa. ¿O no?