Temporal azota riego en San Juan: ¿Cuántas veces debieron reparar?

Redacción Cuyo News
5 min
Cortito y conciso:

El Departamento de Hidráulica de San Juan se encuentra en plena batalla contra los efectos de las crecidas, con operativos de restitución en canales y tomas de agua por toda la provincia. Calingasta e Iglesia fueron las más castigadas por las lluvias, con daños recurrentes que obligan a trabajos de reparación constantes. Albardón, Ullum, Rivadavia y Jáchal también sufrieron las consecuencias, con canales tapados y diques embancados. Hidráulica despliega su personal para intentar poner en orden el sistema de riego.

¡Atención, ciudadanos! El agua, esa sustancia vital que algunos gestionan con la misma eficiencia que una tortuga en una carrera de Fórmula 1, está dando de qué hablar, y no precisamente por su pureza. Resulta que las lluvias de diciembre y enero, como si de una venganza de la naturaleza se tratara, arrasaron con los cauces que llevan el agua de riego en nuestra provincia. El Departamento de Hidráulica, cual bombero en un incendio, intenta apagar este caos hídrico. ¿Y saben qué? La cosa no está sencilla.

La Lucha Contra las Crecientes: Un Verdadero Desafío

Calingasta e Iglesia, ubicados en las alturas, se llevan la peor parte de esta historia. El sistema de riego de allí se convierte en un imán para la sedimentación, y cada lluvia es un nuevo golpe que deshace todo el trabajo de reparación. Como si fuera una pesadilla de «El día de la marmota», los trabajadores debieron reparar tomas y defensas, y limpiar canales, una y otra vez. Parece que la naturaleza cree que esto es un juego, pero para Hidráulica es un dolor de cabeza constante.

En Barreal, donde la situación no es mucho más amable, se logró normalizar el funcionamiento de los canales San Guillermo, Castillo y Cano. La situación es la siguiente, mientras otros parecen estar buscando soluciones en un juego de «piedra, papel o tijera», acá los muchachos trabajaron duro para recuperar el funcionamiento normal de estos canales. En La Puntilla, el canal homónimo volvió a la vida, una pequeña victoria en este campo de batalla. Y en Sorocayense y Hilario, el combate continúa, porque esta claro que acá solo hay soluciones con trabajo y más trabajo. Pero tranquilos, que la próxima semana, el equipo de Calingasta se dirigirá a La Isla y Tamberías, para seguir demostrando que no nos rendimos tan fácil.

Por otro lado, la bajada de creciente en Albardón generó serios inconvenientes en el Canal del Norte y en todos los departamentos que conectan con él. En Ullum, el Canal General Ullum, una vez más, se vio tapado por un alud de sedimentos, por segunda vez en 20 días. ¿Será una broma de mal gusto de la naturaleza? En Rivadavia, el Dique Verde quedó embancado tres veces, un verdadero récord en lo que va de la temporada. Y en Jáchal, la toma de Mogna sufrió los estragos del clima por tercera vez. ¿Será que la madre naturaleza nos está pasando factura por algo? ¡A ver si nos ponemos las pilas! Que esto no es joda compañeros.

Hidráulica: Entre el Trabajo Duro y la Incomprensión

Y es aquí donde uno se pone a pensar, mientras algunos discuten sobre falacias y datos macroeconómicos que no entienden ni ellos, el personal de las delegaciones departamentales, del área Distribución Matriz y de Equipos y Servicios del Departamento de Hidráulica, están dando el “do de pecho” con un plan de trabajo continuo para avanzar en cada localidad. Porque si una cosa es clara, es que acá no hay otro camino que ponerse a trabajar, dejando de lado las discusiones bizantinas, y poniendo manos a la obra.

Ahora bien, no perdamos de vista el panorama completo. Mientras algunos políticos parecen estar más preocupados por figurar en las redes sociales y por ver que dicen de ellos en twitter o instagram, estos tipos están trabajando. Acá hay que reconocer que al menos se están esforzando para poner en orden toda la situación del sistema de riego provincial. Pero no nos durmamos en los laureles, porque estoy seguro de que la naturaleza tiene más sorpresas preparadas. Y a ver si de una vez por todas empezamos a entender que la respuesta no está en gritar más fuerte, sino en encontrar soluciones efectivas.

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