
<div class="semiton-wrapper" data-texto="Y así, damas y caballeros, en una jugada maestra de anticipación temporal que ni Doc Emmett Brown se atrevió a soñar, el Ministerio de Educación de San Juan cerró formalmente el ciclo lectivo 2025. Sí, leyó bien, ¡el dos mil veinticinco! Mientras la mayoría de nosotros aún lidiamos con las resacas del 2024, ellos ya están en el futuro, entregando diplomas con una visión que, o es un error de tipeo monumental, o una estrategia de marketing para confundir al enemigo.
El escenario elegido para esta epopeya cronológica fue la escuela de Comercio Sixto Salinas de Rivera, en la ignota (para algunos, para los que viven ahí es su mundo) localidad de Carpintería, en el departamento Sarmiento. Un lugar tan recóndito que, probablemente, las señales de internet llegan por carta documento. La mismísima ministra de Educación, Silvia Fuentes, en un gesto que oscila entre la nobleza y la necesidad de una foto para el boletín, decidió que su cierre de año escolar no sería en el microcentro con canapés, sino en el corazón de la provincia. 'Gesto simbólico', lo llaman, que en el diccionario oficialista significa 'oportunidad para demostrar que nos importa la gente que no sale en las encuestas de alcance'.
La ministra, con una elocuencia digna de un orador de TED, felicitó a la 'promoción 2025' (sí, la del futuro) y soltó verdades universales: “Cada egreso representa un proyecto de vida que se pone en marcha”. Claro, porque uno termina el secundario y automáticamente se activa el GPS de la felicidad y el éxito laboral. Y por si fuera poco, nos regaló la perla de la semana: “La escuela no es un punto de llegada, es una plataforma para animarse a soñar y a construir un futuro con compromiso y valores”. Una frase tan inspiradora como la cola del banco a fin de mes. Y, por supuesto, no faltó el recordatorio: “San Juan necesita de nuestros técnicos, de nuestros policías, de nuestros maestros, de nuestros jóvenes. No dejen de estudiar”. Traducido: 'San Juan necesita gente que ponga el lomo y no se vaya a hacer la temporada a Bariloche'.
La ceremonia tuvo todo lo que un acto escolar promedio puede ofrecer: banderas que entran con solemnidad (seguramente practicaron el paso en el recreo), himnos que nadie se sabe completos (a excepción de la primera estrofa), y palabras de despedida tan emotivas que te hacen dudar si los chicos realmente van a estudiar o a armar un club de fans.
Y la frutilla del postre: la elección de Carpintería. No fue una casualidad, ¡oh, no! Fue una 'visibilización del trabajo cotidiano'. Porque, claro, si el Ministerio no te visibiliza, tu trabajo no existe. Es como el árbol que cae en el bosque y nadie lo escucha, pero con planillas y horarios. Y de paso, 'acompañar a los estudiantes'. Imaginen la emoción de los egresados: '¡Mamá, vino la ministra! Ahora sí mi futuro está sellado con un autógrafo de la burocracia provincial'. Sin dudas, un cierre de ciclo que nos deja pensando: ¿será que el año que viene ya cierran el 2030? Estaremos atentos, con el mate listo y el calendario a mano, por si acaso.">
El Ministerio de Educación de la provincia de San Juan dio por concluido de manera oficial el ciclo lectivo 2025, en un evento que tuvo como epicentro a la escuela de Comercio Sixto Salinas de Rivera, situada en la pintoresca localidad de Carpintería, en el departamento Sarmiento. Este significativo acto de egresados fue encabezado por la ministra de Educación, Silvia Fuentes, quien optó por compartir este momento con la comunidad educativa como un gesto simbólico de clausura del calendario escolar.
Un cierre con proyección de futuro
Durante la emotiva ceremonia, la ministra Fuentes dirigió palabras de felicitación a los flamantes egresados de la promoción 2025, al mismo tiempo que subrayó el esfuerzo sostenido no solo de los estudiantes, sino también de sus familias y de todo el equipo docente que los acompañó a lo largo de su trayectoria. “Cada egreso representa un proyecto de vida que se pone en marcha. La escuela no es un punto de llegada, es una plataforma para animarse a soñar y a construir un futuro con compromiso y valores. San Juan necesita de nuestros técnicos, de nuestros policías, de nuestros maestros, de nuestros jóvenes. No dejen de estudiar”, enfatizó Fuentes, delineando la visión que la cartera educativa tiene para los egresados y el desarrollo provincial.
El acto protocolar contó también con la distinguida presencia del director de Educación Secundaria Orientada y Artística, Arnaldo Abel Farías, así como de diversas autoridades de supervisión y directivos de la institución anfitriona. Familiares y vecinos de Carpintería se sumaron a la jornada, brindando un marco de acompañamiento y orgullo a los jóvenes estudiantes.
El simbolismo de elegir Carpintería
La ceremonia se desarrolló según lo estipulado por el protocolo escolar, incluyendo la solemne entrada de las banderas de ceremonia, la entonación del Himno Nacional Argentino y del tradicional Himno a Sarmiento. Un momento central fue la entrega de certificados a los egresados, complementado por palabras de despedida a cargo de docentes y alumnos, que reflejaron el profundo sentido de pertenencia y el arraigo de la escuela en el seno de su comunidad.
La decisión de elegir una institución educativa en un departamento alejado para el cierre del ciclo escolar no fue una mera coincidencia. Esta elección estratégica buscó no solo visibilizar el trabajo cotidiano y muchas veces silencioso que realizan las instituciones educativas en todo el territorio provincial, sino también ofrecer un acompañamiento directo y significativo a los estudiantes en uno de los momentos más trascendentales de su formación académica y personal.
El Ministerio de Educación de San Juan clausuró oficialmente el ciclo lectivo 2025 con la ceremonia de egresados de la escuela de Comercio Sixto Salinas de Rivera, ubicada en Carpintería, departamento Sarmiento. La ministra Silvia Fuentes encabezó el evento, destacando el esfuerzo de la comunidad educativa y la importancia de la formación técnica para el futuro de la provincia. La elección de una institución en una localidad alejada buscó visibilizar la labor diaria de estas escuelas y acompañar a los estudiantes en un momento trascendental de su vida académica.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial

<div class="semiton-wrapper" data-texto="Y así, damas y caballeros, en una jugada maestra de anticipación temporal que ni Doc Emmett Brown se atrevió a soñar, el Ministerio de Educación de San Juan cerró formalmente el ciclo lectivo 2025. Sí, leyó bien, ¡el dos mil veinticinco! Mientras la mayoría de nosotros aún lidiamos con las resacas del 2024, ellos ya están en el futuro, entregando diplomas con una visión que, o es un error de tipeo monumental, o una estrategia de marketing para confundir al enemigo.
El escenario elegido para esta epopeya cronológica fue la escuela de Comercio Sixto Salinas de Rivera, en la ignota (para algunos, para los que viven ahí es su mundo) localidad de Carpintería, en el departamento Sarmiento. Un lugar tan recóndito que, probablemente, las señales de internet llegan por carta documento. La mismísima ministra de Educación, Silvia Fuentes, en un gesto que oscila entre la nobleza y la necesidad de una foto para el boletín, decidió que su cierre de año escolar no sería en el microcentro con canapés, sino en el corazón de la provincia. 'Gesto simbólico', lo llaman, que en el diccionario oficialista significa 'oportunidad para demostrar que nos importa la gente que no sale en las encuestas de alcance'.
La ministra, con una elocuencia digna de un orador de TED, felicitó a la 'promoción 2025' (sí, la del futuro) y soltó verdades universales: “Cada egreso representa un proyecto de vida que se pone en marcha”. Claro, porque uno termina el secundario y automáticamente se activa el GPS de la felicidad y el éxito laboral. Y por si fuera poco, nos regaló la perla de la semana: “La escuela no es un punto de llegada, es una plataforma para animarse a soñar y a construir un futuro con compromiso y valores”. Una frase tan inspiradora como la cola del banco a fin de mes. Y, por supuesto, no faltó el recordatorio: “San Juan necesita de nuestros técnicos, de nuestros policías, de nuestros maestros, de nuestros jóvenes. No dejen de estudiar”. Traducido: 'San Juan necesita gente que ponga el lomo y no se vaya a hacer la temporada a Bariloche'.
La ceremonia tuvo todo lo que un acto escolar promedio puede ofrecer: banderas que entran con solemnidad (seguramente practicaron el paso en el recreo), himnos que nadie se sabe completos (a excepción de la primera estrofa), y palabras de despedida tan emotivas que te hacen dudar si los chicos realmente van a estudiar o a armar un club de fans.
Y la frutilla del postre: la elección de Carpintería. No fue una casualidad, ¡oh, no! Fue una 'visibilización del trabajo cotidiano'. Porque, claro, si el Ministerio no te visibiliza, tu trabajo no existe. Es como el árbol que cae en el bosque y nadie lo escucha, pero con planillas y horarios. Y de paso, 'acompañar a los estudiantes'. Imaginen la emoción de los egresados: '¡Mamá, vino la ministra! Ahora sí mi futuro está sellado con un autógrafo de la burocracia provincial'. Sin dudas, un cierre de ciclo que nos deja pensando: ¿será que el año que viene ya cierran el 2030? Estaremos atentos, con el mate listo y el calendario a mano, por si acaso.">
El Ministerio de Educación de la provincia de San Juan dio por concluido de manera oficial el ciclo lectivo 2025, en un evento que tuvo como epicentro a la escuela de Comercio Sixto Salinas de Rivera, situada en la pintoresca localidad de Carpintería, en el departamento Sarmiento. Este significativo acto de egresados fue encabezado por la ministra de Educación, Silvia Fuentes, quien optó por compartir este momento con la comunidad educativa como un gesto simbólico de clausura del calendario escolar.
Un cierre con proyección de futuro
Durante la emotiva ceremonia, la ministra Fuentes dirigió palabras de felicitación a los flamantes egresados de la promoción 2025, al mismo tiempo que subrayó el esfuerzo sostenido no solo de los estudiantes, sino también de sus familias y de todo el equipo docente que los acompañó a lo largo de su trayectoria. “Cada egreso representa un proyecto de vida que se pone en marcha. La escuela no es un punto de llegada, es una plataforma para animarse a soñar y a construir un futuro con compromiso y valores. San Juan necesita de nuestros técnicos, de nuestros policías, de nuestros maestros, de nuestros jóvenes. No dejen de estudiar”, enfatizó Fuentes, delineando la visión que la cartera educativa tiene para los egresados y el desarrollo provincial.
El acto protocolar contó también con la distinguida presencia del director de Educación Secundaria Orientada y Artística, Arnaldo Abel Farías, así como de diversas autoridades de supervisión y directivos de la institución anfitriona. Familiares y vecinos de Carpintería se sumaron a la jornada, brindando un marco de acompañamiento y orgullo a los jóvenes estudiantes.
El simbolismo de elegir Carpintería
La ceremonia se desarrolló según lo estipulado por el protocolo escolar, incluyendo la solemne entrada de las banderas de ceremonia, la entonación del Himno Nacional Argentino y del tradicional Himno a Sarmiento. Un momento central fue la entrega de certificados a los egresados, complementado por palabras de despedida a cargo de docentes y alumnos, que reflejaron el profundo sentido de pertenencia y el arraigo de la escuela en el seno de su comunidad.
La decisión de elegir una institución educativa en un departamento alejado para el cierre del ciclo escolar no fue una mera coincidencia. Esta elección estratégica buscó no solo visibilizar el trabajo cotidiano y muchas veces silencioso que realizan las instituciones educativas en todo el territorio provincial, sino también ofrecer un acompañamiento directo y significativo a los estudiantes en uno de los momentos más trascendentales de su formación académica y personal.