El icónico cantante y compositor Barry Manilow, figura central de la música popular estadounidense, ha confirmado a través de sus redes sociales que fue diagnosticado con cáncer de pulmón. A sus 82 años, el artista detalló que la afección fue detectada de manera incidental tras someterse a una resonancia magnética motivada por un cuadro persistente de bronquitis. Según el propio testimonio del músico, el estudio reveló un “punto cancerígeno” localizado en su pulmón derecho que necesita ser removido.
Un hallazgo fortuito y alentador
La detección temprana parece ser el factor determinante en el pronóstico clínico del intérprete. Manilow enfatizó la importancia de la celeridad médica en este proceso: “Es pura suerte (y un gran médico) que se haya detectado tan temprano”, expresó en su publicación. A raíz de este diagnóstico, el equipo del cantante anunció la cancelación de todos los conciertos programados para el resto de diciembre y enero, priorizando el período de recuperación tras la intervención quirúrgica.
Pese a la seriedad del diagnóstico inicial, las perspectivas transmitidas por el artista son optimistas. “Los doctores no creen que se haya propagado y estoy haciéndome exámenes para confirmar su diagnóstico”, precisó Manilow. Asimismo, el cantante de “Copacabana” aclaró que, bajo recomendación profesional, no se someterá a sesiones de quimioterapia ni de radioterapia, limitando el tratamiento a la remoción quirúrgica de la zona afectada.
El retorno proyectado a los escenarios
Lejos de considerar un retiro, el ganador del Grammy ya tiene la mirada puesta en su regreso a la actividad oficial, previsto para mediados del próximo año. Su objetivo primordial es retomar su residencia en el Westgate Las Vegas durante las celebraciones del fin de semana de San Valentín. “Estoy contando los días para volver a mi segundo hogar, el Westgate Las Vegas, para nuestros conciertos del fin de semana de San Valentín el 12, 13 y 14 de febrero”, destacó en su mensaje.
Con más de 75 millones de discos vendidos en todo el mundo y una trayectoria que lo posiciona como el “representante de nuestra generación”, según la revista Rolling Stone, Manilow cerró su comunicado con un tono de esperanza: “Algo me dice que ese fin de semana de febrero va a ser una gran fiesta”. La noticia genera un fuerte impacto en la industria, donde clásicos como “Could It Be Magic”, “Mandy”, “I Write the Songs” y “Can’t Smile Without You” continúan siendo pilares del cancionero internacional.
<p>El cantante estadounidense Barry Manilow, de 82 años, confirmó que padece cáncer en su pulmón derecho. El diagnóstico se produjo de manera fortuita tras una resonancia realizada por un cuadro de bronquitis. El artista anunció que se someterá a una cirugía para extirpar la zona afectada y suspenderá sus presentaciones de diciembre y enero, previendo su regreso a los escenarios en febrero de 2026.</p>
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
En un giro de los acontecimientos que ni el guionista más ensañado de una novela de la tarde podría haber previsto, Barry Manilow decidió que a los 82 años le faltaba un condimento a su vida: una cirugía de pulmón. Porque claro, después de vender 75 millones de discos y sobrevivir a décadas de lentejuelas y un uso industrial de laca, lo que realmente necesitaba el intérprete de “Mandy” era que una bronquitis inoportuna se transformara en el mejor sistema de alerta temprana de la oncología moderna. Resulta que Barry fue por unos mocos y salió con un turno de quirófano, demostrando que tiene más suerte que un apostador invicto en el Caesar’s Palace.
Mientras el resto de los mortales a los 80 años consideramos un éxito rotundo llegar a la cocina sin olvidarnos a qué íbamos, Manilow se toma la noticia con la parsimonia de quien cancela un turno en la peluquería porque hay mucha humedad. “Es pura suerte”, dice el hombre, como si se hubiera ganado un electrodoméstico en un sorteo parroquial y no un diagnóstico que a cualquiera de nosotros nos dejaría buscando el testamento. El tipo tiene un «punto» en el pulmón derecho, algo que en su narrativa suena más a una mancha de café en una camisa de seda que a una patología médica, pero así de etéreo es el mundo de Barry. Él no tiene enfermedades, él tiene inconvenientes técnicos en su anatomía de leyenda viviente.
Lo más fascinante de toda esta saga —que parece escrita por un fanático de las baladas melosas con un doctorado en medicina— es el optimismo ciego que maneja. Barry ya avisó que nada de quimioterapia ni rayos, porque aparentemente su sistema inmunológico está alimentado a base de aplausos, luces de neón y la energía residual de «Copacabana». El hombre ya está reservando el catering para San Valentín en Las Vegas, porque si algo nos enseñó su carrera es que el show debe continuar, incluso si te falta un pedazo de parénquima pulmonar. Los médicos dicen que no se propagó, y nosotros le creemos, porque Barry es básicamente eterno, una de las pocas constantes universales junto con el aumento del riesgo país y el hecho de que nadie sabe realmente qué dice la letra de sus canciones más allá del estribillo.
La noticia cayó como un balde de agua fría para los que esperaban verlo en diciembre, pero seamos honestos: si este hombre sobrevivió a la moda de los pantalones de tiro alto y las hombreras XL. El representante de una generación ya está contando los días para volver al Westgate, y mientras tanto, nosotros nos quedamos acá, procesando que el hombre que musicalizó los momentos más empalagosos de la historia es, técnicamente, invencible. Si el 14 de febrero no aparece con un traje brillante y un pulmón menos cantando a todo pulmón —valga la ironía—, exigiremos un reembolso emocional inmediato a la vida misma.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
El icónico cantante y compositor Barry Manilow, figura central de la música popular estadounidense, ha confirmado a través de sus redes sociales que fue diagnosticado con cáncer de pulmón. A sus 82 años, el artista detalló que la afección fue detectada de manera incidental tras someterse a una resonancia magnética motivada por un cuadro persistente de bronquitis. Según el propio testimonio del músico, el estudio reveló un “punto cancerígeno” localizado en su pulmón derecho que necesita ser removido.
Un hallazgo fortuito y alentador
La detección temprana parece ser el factor determinante en el pronóstico clínico del intérprete. Manilow enfatizó la importancia de la celeridad médica en este proceso: “Es pura suerte (y un gran médico) que se haya detectado tan temprano”, expresó en su publicación. A raíz de este diagnóstico, el equipo del cantante anunció la cancelación de todos los conciertos programados para el resto de diciembre y enero, priorizando el período de recuperación tras la intervención quirúrgica.
Pese a la seriedad del diagnóstico inicial, las perspectivas transmitidas por el artista son optimistas. “Los doctores no creen que se haya propagado y estoy haciéndome exámenes para confirmar su diagnóstico”, precisó Manilow. Asimismo, el cantante de “Copacabana” aclaró que, bajo recomendación profesional, no se someterá a sesiones de quimioterapia ni de radioterapia, limitando el tratamiento a la remoción quirúrgica de la zona afectada.
El retorno proyectado a los escenarios
Lejos de considerar un retiro, el ganador del Grammy ya tiene la mirada puesta en su regreso a la actividad oficial, previsto para mediados del próximo año. Su objetivo primordial es retomar su residencia en el Westgate Las Vegas durante las celebraciones del fin de semana de San Valentín. “Estoy contando los días para volver a mi segundo hogar, el Westgate Las Vegas, para nuestros conciertos del fin de semana de San Valentín el 12, 13 y 14 de febrero”, destacó en su mensaje.
Con más de 75 millones de discos vendidos en todo el mundo y una trayectoria que lo posiciona como el “representante de nuestra generación”, según la revista Rolling Stone, Manilow cerró su comunicado con un tono de esperanza: “Algo me dice que ese fin de semana de febrero va a ser una gran fiesta”. La noticia genera un fuerte impacto en la industria, donde clásicos como “Could It Be Magic”, “Mandy”, “I Write the Songs” y “Can’t Smile Without You” continúan siendo pilares del cancionero internacional.
En un giro de los acontecimientos que ni el guionista más ensañado de una novela de la tarde podría haber previsto, Barry Manilow decidió que a los 82 años le faltaba un condimento a su vida: una cirugía de pulmón. Porque claro, después de vender 75 millones de discos y sobrevivir a décadas de lentejuelas y un uso industrial de laca, lo que realmente necesitaba el intérprete de “Mandy” era que una bronquitis inoportuna se transformara en el mejor sistema de alerta temprana de la oncología moderna. Resulta que Barry fue por unos mocos y salió con un turno de quirófano, demostrando que tiene más suerte que un apostador invicto en el Caesar’s Palace.
Mientras el resto de los mortales a los 80 años consideramos un éxito rotundo llegar a la cocina sin olvidarnos a qué íbamos, Manilow se toma la noticia con la parsimonia de quien cancela un turno en la peluquería porque hay mucha humedad. “Es pura suerte”, dice el hombre, como si se hubiera ganado un electrodoméstico en un sorteo parroquial y no un diagnóstico que a cualquiera de nosotros nos dejaría buscando el testamento. El tipo tiene un «punto» en el pulmón derecho, algo que en su narrativa suena más a una mancha de café en una camisa de seda que a una patología médica, pero así de etéreo es el mundo de Barry. Él no tiene enfermedades, él tiene inconvenientes técnicos en su anatomía de leyenda viviente.
Lo más fascinante de toda esta saga —que parece escrita por un fanático de las baladas melosas con un doctorado en medicina— es el optimismo ciego que maneja. Barry ya avisó que nada de quimioterapia ni rayos, porque aparentemente su sistema inmunológico está alimentado a base de aplausos, luces de neón y la energía residual de «Copacabana». El hombre ya está reservando el catering para San Valentín en Las Vegas, porque si algo nos enseñó su carrera es que el show debe continuar, incluso si te falta un pedazo de parénquima pulmonar. Los médicos dicen que no se propagó, y nosotros le creemos, porque Barry es básicamente eterno, una de las pocas constantes universales junto con el aumento del riesgo país y el hecho de que nadie sabe realmente qué dice la letra de sus canciones más allá del estribillo.
La noticia cayó como un balde de agua fría para los que esperaban verlo en diciembre, pero seamos honestos: si este hombre sobrevivió a la moda de los pantalones de tiro alto y las hombreras XL. El representante de una generación ya está contando los días para volver al Westgate, y mientras tanto, nosotros nos quedamos acá, procesando que el hombre que musicalizó los momentos más empalagosos de la historia es, técnicamente, invencible. Si el 14 de febrero no aparece con un traje brillante y un pulmón menos cantando a todo pulmón —valga la ironía—, exigiremos un reembolso emocional inmediato a la vida misma.