Del cine a la política: Milei se encuentra con Michael Milken, el “rey de los bonos basura”

Redacción Cuyo News
5 min

Aunque no existe una película biográfica directa sobre la vida del financista D. Michael Milken protagonizada por Michael Douglas, el aclamado actor encarnó a un personaje que encarna la ambición y los excesos de Wall Street en los años 80, claramente inspirado en su figura: Gordon Gekko, el implacable antagonista de la película Wall Street (1987), dirigida por Oliver Stone.

Un personaje que marcó una era

La interpretación de Douglas no solo le valió el Premio Oscar al Mejor Actor, sino que grabó en la cultura popular la célebre frase: «Greed is good» («La codicia es buena»), que llegó a simbolizar el espíritu especulativo de la época.

En el filme, Gekko recluta a Bud Fox (Charlie Sheen), un joven corredor de bolsa que cae bajo su influencia y se ve envuelto en un mundo de información privilegiada, tácticas empresariales despiadadas y riqueza desmesurada. Su estilo de negocios y filosofía reflejan prácticas asociadas a Milken, especialmente el uso agresivo de bonos basura para financiar adquisiciones.

Los paralelismos con la figura real de Milken

Michael Milken fue una figura clave en el desarrollo de los bonos de alto rendimiento durante los años 70 y 80. Desde la firma Drexel Burnham Lambert, financió operaciones de alto riesgo que impulsaron el crecimiento de empresas excluidas del crédito tradicional.

No obstante, su carrera se vio empañada por escándalos judiciales. En 1989, fue acusado de 98 cargos por fraude y crimen organizado. Se declaró culpable de seis delitos graves y fue condenado a diez años de prisión (cumplió 22 meses) y una multa de 600 millones de dólares. Además, se le prohibió de por vida trabajar en el mercado de valores.

Un legado que divide opiniones

Tras su liberación, Milken se volcó a la filantropía y la investigación médica, especialmente en oncología, tras ser diagnosticado con cáncer de próstata. Sus seguidores lo consideran un innovador financiero, mientras que sus detractores lo recuerdan como símbolo del capitalismo más voraz.

Por su parte, el personaje de Gordon Gekko se convirtió en una referencia cultural para describir la avaricia en el mundo financiero. En 2010, Douglas retomó el papel en la secuela Wall Street: El dinero nunca duerme, donde Gekko, recién salido de prisión, intenta reinsertarse en un mercado que no ha perdido ni un ápice de codicia.

Así, aunque Milken no fue retratado literalmente en el cine, su figura inspiró uno de los personajes más emblemáticos del séptimo arte y dejó una huella imborrable tanto en las finanzas como en la cultura pop.

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