La obra «Entre dos puertas» del elenco «Las aventuras de Poseidón», dirigida por Marcelo Villanueva Meyer, se estrenará en el Teatro del Bicentenario. La propuesta explora el limbo entre la vida y la muerte, obligando a los personajes a confrontar sus pasados. Sábado 26 de abril a las 21:30 en la Sala Auditórium. Entradas a $12 mil.
Se viene una obra que promete revolver el avispero existencial en San Juan. «Entre dos puertas», dirigida por Marcelo Villanueva Meyer -un nombre que empieza a resonar fuerte en la escena local-, desembarca en el Teatro del Bicentenario con la promesa de no dejar títere con cabeza… o mejor dicho, alma sin juzgar. El elenco «Las aventuras de Poseidón» se mete en un tema que, a ver, seamos sinceros, nos da a todos un poco de cuiqui: ¿qué pasa después de estirar la pata?
La obra, que dura poquito más de una hora (para los que se inquietan fácil en la butaca), nos planta en una sala de espera medio fantasmal donde seis personajes andan más perdidos que Adán en el día de la madre. Están en ese limbo entre la vida y la muerte, como diciendo «che, ¿y ahora?». Tienen que decidir si piden revancha para volver al mundo de los vivos, pero antes de levantar la mano, tienen que hacerse cargo de sus trapitos al sol. Ojo, que no es tarea fácil para nadie, ni para los personajes ni para el público que seguro se va a sentir un poco identificado (bah, esperemos, si no, qué clase de vida estamos llevando…).
«Entre dos puertas» se presenta como una de esas obras que te dejan pensando después de que baja el telón. ¿Será un bodrio existencialista o una joya teatral? Habrá que verla para opinar. Pero con esa premisa, y el talento que se está gestando en la provincia, podemos apostar a que dará que hablar. La cita es el sábado 26 de abril a las 21:30 en la Sala Auditórium del Bicentenario. Las entradas están a $12 mil, un precio que, bueno… digamos que está a la altura de la inflación. Se pueden comprar en la boletería del teatro o en TuEntrada.com, para los modernos que le escapan a las filas. A ver si esta propuesta, tan «border» como su temática, logra llenar la sala y dejar a todos con la intriga de qué hay del otro lado… de la puerta, claro.