¿Se acuerdan del Teatro del Bicentenario?
Parece que después de la pandemia lo están sacando a pasear más seguido. Ahora, en una alianza estratégica con el Consulado Italiano en Mendoza (sí, Mendoza, no se confundan), traen a la pianista Roberta Di Mario. La mina, al parecer, es una capo en Italia y viene con un show titulado “Ala | Elegia in tre atti”, que promete ser una mezcla rara entre Bach, Chopin y luces de colores. ¿Será un recital o una rave para intelectuales?
Según el comunicado oficial, la Di Mario «propone una experiencia multisensorial que fusiona música, emoción y arte visual, con una puesta en escena con reminiscencias lumínicas cálidas y acogedoras». Traducido al criollo: van a apagar las luces, poner velas aromáticas y la Roberta va a tocar el piano mientras pasan diapositivas de gatitos. Nah, mentira, seguro es algo más elaborado… esperemos.
La cosa es que la presentación va a ser el 22 de marzo a las 21 hs en la Sala Principal del Teatro del Bicentenario. Las entradas salen $7.000, que no es poca guita, pero si consideramos la inflación y que la mina es una Steinway Artist (¿será pariente de Marley?), capaz que vale la pena. Además, si comprás las entradas en la boletería del teatro hay descuentos. ¿Será que Marcelo Orrego anda metiendo mano en la cultura para levantar la imagen de la provincia? No sé, digo…
Por lo que leí, la Roberta es una virtuosa del piano, graduada con honores y directora artística de varios festivales piolas. También «trabaja en muchos campos artísticos más allá de los conciertos y la composición, incluyendo radio y televisión, teatro, arte y bandas sonoras». O sea, la mina labura más que albañil en obra pública. Habrá que ver si tanta versatilidad se traduce en un buen show. Ah, y está preparando un nuevo álbum para el 2025. ¿Será que lo presenta en San Juan también o tendremos que esperar otros dos años?
«Ala | Elegia in tre atti» se vende como un homenaje al piano, con una mezcla de clásico y contemporáneo… ¿Se animará a meter un chamamé entre Chopin y Bach? Veremos… La intriga me carcome. Total, por lo que dicen «no solo será una actuación, sino una inmersión emocional profunda que tocará el alma de todos los presentes llevándolos a lo más profundo de su ser, como un niño que regresa a su hogar». Preparen los pañuelos, che, que parece que vamos a llorar como magdalenas. O quizás no. Ya veremos. Lo importante es que se genere debate, que la gente opine, que se llene el teatro… y que después haya algo para comentar en el asado del domingo.