Finalmente, Spotify habilitó el Wrapped 2025 y, como pasa cada diciembre, las redes sociales se convirtieron automáticamente en un monólogo de estadísticas musicales. La plataforma de streaming liberó hoy su resumen anual, esa herramienta que dejó de ser una simple curiosidad para transformarse en un ritual de fin de año donde cada usuario descubre —y comparte— la banda sonora real de sus últimos doce meses.
Para acceder al resumen no hay mucho misterio: hay que entrar a la aplicación desde el celular (iOS o Android) y buscar el banner destacado. La presentación mantiene el formato de «historias» verticales, dinámicas y coloridas, pensadas exclusivamente para facilitar la captura de pantalla y su posterior publicación en Instagram o X (ex Twitter). Allí aparecen los datos duros que duelen o enorgullecen: la cantidad total de minutos escuchados, la canción que repetiste hasta el hartazgo y ese artista que lideró tu ranking personal.
Dime qué escuchás y te diré dónde vivís
Este año, la novedad que está generando más conversación es la asignación de una «Ciudad Musical». El algoritmo ya no solo te dice qué géneros consumís, sino que cruza esos datos con las tendencias globales para decirte en qué parte del mundo hay gente con tu mismo perfil auditivo. Es una forma curiosa de generar pertenencia: quizás vivís en Caballito, pero tu consumo de post-punk te ubica culturalmente en Manchester, o tu obsesión con el cuarteto te confirma lo que ya sabías: tu lugar en el mundo es Córdoba capital.
El guiño de los artistas: de Emilia a los Rolling
Lo que termina de cerrar el círculo de fidelización son los mensajes de video. Spotify entendió que la relación entre el fan y el músico es emocional, por lo que este año potenció los saludos personalizados. Si estuviste todo el año dándole play a los hits de Emilia Mernes, Duki o Tini, o si te la pasaste reviviendo clásicos de Charly García, es muy probable que te encuentres con un video breve grabado por ellos agradeciéndote por estar en su «top de oyentes».
El fenómeno se retroalimenta con la agenda de recitales que tuvo el país. Muchos usuarios están compartiendo sus resultados como una forma de «validar» su asistencia a los shows del año, desde los estadios llenos en River hasta las fechas más under en Niceto. En definitiva, el Wrapped funciona como un carnet de identidad cultural: hoy, tu perfil de Spotify dice más de vos que tu propio DNI.
Spotify habilitó oficialmente su resumen anual «Wrapped 2025», revelando a millones de usuarios sus estadísticas de consumo musical, artistas favoritos y patrones de escucha. La herramienta, disponible en la app móvil, introduce nuevas métricas de afinidad geográfica y mensajes de video exclusivos de los músicos, convirtiéndose instantáneamente en el evento viral más importante de las redes sociales al cierre del año.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Señoras y señores, guarden los recibos de sueldo y escondan el historial de navegación, porque llegó el verdadero juez de nuestra moral: el Spotify Wrapped 2025. Este algoritmo es más botón y chismoso que Ángel de Brito con insomnio a las tres de la mañana. No importa cuánto te hayas esforzado en Instagram subiendo historias en el VIP del Movistar Arena fingiendo que tu vida es un videoclip de Dua Lipa; la aplicación sueca tiene los recibos y acaba de confirmar que tu banda sonora real fue una mezcla depresiva de La Konga y baladas de Cristian Castro para superar a tu ex.
La hipocresía nacional está en niveles históricos. Veo gente que se gastó el aguinaldo en la reventa para ver a Oasis en River, jurando lealtad al britpop, pero resulta que su «Artista Número 1» es Luck Ra. Y no nos hagamos los distraídos con la farándula: mi resumen dice que tengo una «Obsesión Tóxica» comparable a la de Wanda e Icardi, porque escuché el mismo tema de desamor 800 veces seguidas. Spotify me tiró un «Top 5» que parece el line-up de un festival organizado por la producción de Gran Hermano: un poco de Duki para hacerme el joven, seguido de Pimpinela para cuando me baja la presión y cierro con la sesión de Shakira para gritarle a la pared.
Lo más lindo es cuando te sale el mensaje del artista. Esperabas un saludo cool de Taylor Swift felicitándote por ser una «Swiftie» de ley, pero te aparece L-Gante agradeciéndote por bancar la cumbia 420 mientras limpiabas el baño un domingo. Es el baño de realidad más frío que te podés dar. Así que nada, a editar esas capturas, tapar con un emoji la parte donde sale que escuchaste la marcha peronista remixada y postear que tu año fue «super indie y aesthetic», aunque todos sabemos que, en el fondo, somos más básicos que cadena nacional un feriado.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Finalmente, Spotify habilitó el Wrapped 2025 y, como pasa cada diciembre, las redes sociales se convirtieron automáticamente en un monólogo de estadísticas musicales. La plataforma de streaming liberó hoy su resumen anual, esa herramienta que dejó de ser una simple curiosidad para transformarse en un ritual de fin de año donde cada usuario descubre —y comparte— la banda sonora real de sus últimos doce meses.
Para acceder al resumen no hay mucho misterio: hay que entrar a la aplicación desde el celular (iOS o Android) y buscar el banner destacado. La presentación mantiene el formato de «historias» verticales, dinámicas y coloridas, pensadas exclusivamente para facilitar la captura de pantalla y su posterior publicación en Instagram o X (ex Twitter). Allí aparecen los datos duros que duelen o enorgullecen: la cantidad total de minutos escuchados, la canción que repetiste hasta el hartazgo y ese artista que lideró tu ranking personal.
Dime qué escuchás y te diré dónde vivís
Este año, la novedad que está generando más conversación es la asignación de una «Ciudad Musical». El algoritmo ya no solo te dice qué géneros consumís, sino que cruza esos datos con las tendencias globales para decirte en qué parte del mundo hay gente con tu mismo perfil auditivo. Es una forma curiosa de generar pertenencia: quizás vivís en Caballito, pero tu consumo de post-punk te ubica culturalmente en Manchester, o tu obsesión con el cuarteto te confirma lo que ya sabías: tu lugar en el mundo es Córdoba capital.
El guiño de los artistas: de Emilia a los Rolling
Lo que termina de cerrar el círculo de fidelización son los mensajes de video. Spotify entendió que la relación entre el fan y el músico es emocional, por lo que este año potenció los saludos personalizados. Si estuviste todo el año dándole play a los hits de Emilia Mernes, Duki o Tini, o si te la pasaste reviviendo clásicos de Charly García, es muy probable que te encuentres con un video breve grabado por ellos agradeciéndote por estar en su «top de oyentes».
El fenómeno se retroalimenta con la agenda de recitales que tuvo el país. Muchos usuarios están compartiendo sus resultados como una forma de «validar» su asistencia a los shows del año, desde los estadios llenos en River hasta las fechas más under en Niceto. En definitiva, el Wrapped funciona como un carnet de identidad cultural: hoy, tu perfil de Spotify dice más de vos que tu propio DNI.
Señoras y señores, guarden los recibos de sueldo y escondan el historial de navegación, porque llegó el verdadero juez de nuestra moral: el Spotify Wrapped 2025. Este algoritmo es más botón y chismoso que Ángel de Brito con insomnio a las tres de la mañana. No importa cuánto te hayas esforzado en Instagram subiendo historias en el VIP del Movistar Arena fingiendo que tu vida es un videoclip de Dua Lipa; la aplicación sueca tiene los recibos y acaba de confirmar que tu banda sonora real fue una mezcla depresiva de La Konga y baladas de Cristian Castro para superar a tu ex.
La hipocresía nacional está en niveles históricos. Veo gente que se gastó el aguinaldo en la reventa para ver a Oasis en River, jurando lealtad al britpop, pero resulta que su «Artista Número 1» es Luck Ra. Y no nos hagamos los distraídos con la farándula: mi resumen dice que tengo una «Obsesión Tóxica» comparable a la de Wanda e Icardi, porque escuché el mismo tema de desamor 800 veces seguidas. Spotify me tiró un «Top 5» que parece el line-up de un festival organizado por la producción de Gran Hermano: un poco de Duki para hacerme el joven, seguido de Pimpinela para cuando me baja la presión y cierro con la sesión de Shakira para gritarle a la pared.
Lo más lindo es cuando te sale el mensaje del artista. Esperabas un saludo cool de Taylor Swift felicitándote por ser una «Swiftie» de ley, pero te aparece L-Gante agradeciéndote por bancar la cumbia 420 mientras limpiabas el baño un domingo. Es el baño de realidad más frío que te podés dar. Así que nada, a editar esas capturas, tapar con un emoji la parte donde sale que escuchaste la marcha peronista remixada y postear que tu año fue «super indie y aesthetic», aunque todos sabemos que, en el fondo, somos más básicos que cadena nacional un feriado.