El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció su intención de ocupar por completo la Franja de Gaza, incluso en áreas donde se sospecha que hay rehenes, y convocó para este martes 5 de agosto una reunión del Gabinete de Seguridad con el objetivo de definir una “estrategia actualizada” para las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El anuncio y las reacciones
En declaraciones recogidas por el diario Yedioth Ahronoth y confirmadas por la oficina del primer ministro, un alto funcionario afirmó: “La suerte está echada: vamos a ocupar por completo la Franja de Gaza”. Sin embargo, informes del medio Ynet y el Jerusalem Post plantean que el anuncio podría ser parte de una estrategia de presión contra Hamás, buscando desbloquear las negociaciones de alto el fuego y liberar a los rehenes.
Actualmente, se estima que Hamás retiene a 50 rehenes, de los cuales 20 estarían con vida, según datos oficiales de Israel.
La oposición del Ejército
Horas antes del anuncio, el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, canceló una visita prevista a Estados Unidos. Posteriormente, el Ejército emitió un comunicado informando la suspensión de la extensión del servicio de las tropas regulares a partir de 2025, alegando la necesidad de “dar un respiro” a los soldados tras dos años de intensos combates.
Según The Times of Israel, las fuerzas armadas temen que una ofensiva en áreas con rehenes provoque su ejecución, como ocurrió en agosto de 2024, cuando seis cautivos fueron asesinados por milicias palestinas durante el avance israelí.
Un conflicto de larga duración
Expertos militares advierten que desmantelar la infraestructura de Hamás podría llevar años. Mientras tanto, el Ministerio de Salud de Gaza —controlado por Hamás— reporta que más de 60.000 personas han muerto desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, cuando el ataque de Hamás dejó más de 1.250 israelíes muertos y 250 secuestrados.
¿Avance militar o táctica de negociación?
Si bien el discurso de Netanyahu apunta a una ocupación total, algunos analistas sostienen que podría tratarse de un movimiento para forzar concesiones en la negociación con Hamás, en un contexto de estancamiento diplomático y presión interna.
La reunión del Gabinete de Seguridad será clave para definir los próximos pasos y aclarar si el anuncio se traduce en un despliegue militar inmediato o en una escalada retórica dentro del conflicto.