La Copa Mundial Femenina se expandirá a 48 equipos en su edición de 2031, igualando el formato del torneo masculino a partir de 2026. Esta ampliación, aprobada por unanimidad por el Consejo de la FIFA, elevará el número de partidos a 104 y extenderá la duración del campeonato. Se espera que Estados Unidos sea uno de los anfitriones potenciales para esta edición, mientras que Brasil ya ha sido confirmado para albergar el torneo de 2027 con 32 equipos. La FIFA también anunció la creación de un equipo de refugiadas afganas como parte de su estrategia para el fútbol femenino, en un contexto donde los talibanes prohíben la participación de mujeres en deportes.
Este contenido es generado automáticamente con IA
En un movimiento que algunos considerarían audaz y otros simplemente inevitable, la FIFA anunció que la Copa Mundial Femenina, ese evento deportivo donde las mujeres demuestran que sí, también saben correr detrás de un balón con destreza y a veces, solo a veces, marcar goles espectaculares que harían palidecer a más de un colega masculino, se expandirá. ¡Sí, señoras y señores! De las modestas 32 selecciones que apenas cubrían la mitad del mapa mundial, pasaremos a la friolera de 48. Ya saben, para que nadie se quede afuera y para que Gianni Infantino pueda decir con orgullo que “más asociaciones miembro” tendrán su oportunidad. Oportunidad de ser goleadas 10-0 en la fase de grupos, pero oportunidad al fin.
La decisión, tomada con esa unanimidad que solo se ve en las votaciones de la FIFA o en las reuniones familiares donde nadie quiere ofender a la tía que cocinó de más, alinea el torneo femenino con el masculino, porque claro, ¿qué sería del mundo si las mujeres no tuvieran exactamente lo mismo que los hombres, aunque sea siete años después? Ahora, en lugar de los 64 partidos que ya nos parecían una maratón, tendremos 104. Ciento cuatro partidos para ver si el fútbol femenino realmente atrae a las masas o si simplemente es una excusa para vender más camisetas y ampliar el “momentum global”. Infantino, con esa retórica que lo caracteriza, insiste en que esto “no es solo” por los 16 equipos extra, sino por el desarrollo “holístico” del fútbol femenino. Porque nada desarrolla más holísticamente que una derrota humillante en una cancha a miles de kilómetros de tu casa.
Pero la cosa no termina ahí. Mientras se discute si Estados Unidos, el país donde el fútbol se llama “soccer” y el “football” es cualquier cosa menos fútbol, o el Reino Unido, la cuna del deporte rey donde las cosas se complicaron un poco últimamente, serán los anfitriones de este mega-evento de 2031 (después de que Brasil haga lo suyo en 2027 con el formato “vintage” de 32 equipos), la FIFA también dedicó un minuto, tal vez dos, a la situación del fútbol femenino en Afganistán. Y aquí viene la jugada maestra: ¡un equipo de refugiadas afganas! Porque si no puedes jugar en tu país porque te lo prohíben, pues juegas bajo la bandera de “refugiadas”. Una solución que suena a esas frases que uno lee en las redes sociales tipo “Si la vida te da limones, haz limonada... ¡y si los talibanes te prohíben jugar al fútbol, forma un equipo de refugiadas!”. Infantino lo calificó de “iniciativa histórica”, y claro, dar a las niñas la posibilidad de jugar es importante, aunque sea con una estructura improvisada y mientras la FIFA, según Khalida Popal, la fundadora del equipo afgano, sigue sin reconocerlas oficialmente como la selección nacional. Un pequeño detalle, ¿verdad? Pero hey, al menos podrán patear una pelota, que ya es más de lo que pueden hacer en su tierra. El fútbol, el gran igualador. O al menos, eso intentan vender.
Este contenido humorístico es generado por IA y puede contener imprecisiones o ser imprudente, se recomienda leer con discreción.
La Copa Mundial Femenina de la FIFA proyecta un crecimiento exponencial. El máximo organismo del fútbol mundial ha anunciado que la edición de 2031 verá un incremento significativo en el número de participantes, expandiéndose de los actuales 32 equipos a un total de 48. Esta determinación, adoptada de forma unánime por el Consejo de la FIFA, equipara el formato del torneo femenino con el masculino, cuya ampliación a 48 selecciones se concretará en el Mundial de 2026.
La medida implicará un considerable aumento en el calendario de partidos. La competición de 2031 contará con 104 encuentros distribuidos en 12 grupos, a diferencia de los 64 partidos del formato actual. Para acomodar este volumen, la duración del torneo se extenderá una semana adicional.
### Mirando al futuro y nuevos horizontes
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, destacó la importancia de esta expansión, señalando que «esto no se trata solo de tener 16 equipos más jugando en la Copa Mundial Femenina de la FIFA, sino de dar los siguientes pasos en relación con el fútbol femenino en general», buscando que más asociaciones miembros puedan capitalizar el torneo para el desarrollo de sus estructuras deportivas. Infantino enfatizó que la edición de 2023 «estableció un nuevo estándar para la competitividad global» y esta decisión «asegura que estamos manteniendo el impulso» en el crecimiento global del fútbol femenino.
En cuanto a las sedes futuras, Infantino adelantó que Estados Unidos y el Reino Unido se perfilan como fuertes candidatos para albergar las Copas Mundiales Femeninas de 2031 y 2035, respectivamente. Ambos países fueron los únicos en presentar candidaturas dentro del plazo inicial para organizar estos eventos. Previo a la edición ampliada, Brasil acogerá la Copa Mundial Femenina de 2027, manteniendo el formato de 32 equipos.
### Una iniciativa para Afganistán
Más allá de la expansión del torneo, la FIFA también comunicó una estrategia para el fútbol femenino en Afganistán. Esta iniciativa contempla la creación de un equipo de refugiadas afganas, con el objetivo de brindar una oportunidad para que las jugadoras puedan continuar su práctica deportiva.
Infantino describió la medida como «histórica», reafirmando el compromiso de la FIFA de «dar a cada niña la posibilidad de jugar al fútbol». Esta postura contrasta marcadamente con la situación en Afganistán, donde el régimen talibán ha prohibido la participación de las mujeres en deportes y no reconoce a los equipos nacionales femeninos.
Khalida Popal, integrante fundadora del equipo de fútbol femenino de Afganistán, expresó su orgullo por la creación de este primer equipo de refugiadas de la FIFA. Si bien celebró la posibilidad de que las jugadoras regresen al campo, Popal también manifestó la esperanza de que la FIFA «pueda enmendar sus estatutos para proporcionar reconocimiento oficial a nuestras jugadoras como la Selección Nacional Femenina de Afganistán».