Este lunes 22 de septiembre, durante la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, los 193 Estados miembros participaron de una conferencia dedicada a la situación en Palestina, en un contexto atravesado por una creciente ola internacional de reconocimientos al Estado palestino y por un contundente informe de la ONU que acusa a Israel de cometer genocidio en Gaza.
Acusaciones por genocidio y tensiones diplomáticas
El documento, elaborado por la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre los territorios palestinos ocupados —creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU— detalla abusos sistemáticos contra la población civil palestina. Entre ellos, menciona privación de alimentos, agua y medicinas, desplazamiento forzoso de más de un millón de personas y medidas para impedir nacimientos.
Estas conclusiones se suman a la orden de arresto emitida hace un año por la Corte Penal Internacional contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa Yoav Gallant por su implicación en las acciones en Gaza.
La intervención de Pedro Sánchez
Durante su discurso en la ONU, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, lanzó un mensaje directo al liderazgo israelí: “Una cosa es defender a tu país y otra matar de hambre a niños o bombardear hospitales”.
En su intervención, Sánchez propuso que el Estado de Palestina sea admitido como miembro pleno de Naciones Unidas y anunció que España adoptará un plan de acción para frenar la violencia en Gaza, invitando a otros países a sumarse.
“Esta conferencia marca un hito trascendental, pero no es el final del camino, debe ser el principio”, expresó, subrayando la necesidad de tomar partido por el derecho internacional, la diplomacia y el respeto humanitario.
El mandatario español cerró su intervención con una advertencia moral: “La historia nos juzgará y su veredicto será implacable con quienes perpetraron esta barbarie y con quienes callaron o miraron hacia otro lado”.
