Robert Sarah: ¿el primer papa africano?
Robert Sarah, cardenal guineano de 79 años, se posiciona como un potencial candidato a suceder al papa Francisco. Conocido por su postura ultraconservadora, alineada con el pensamiento de Benedicto XVI, Sarah representa a la creciente Iglesia católica africana, mayoritariamente conservadora y en contraposición al progresismo del actual pontífice. «Europa está siendo invadida silenciosamente por otras culturas, otros pueblos que progresivamente los dominarán en número y cambiarán completamente su cultura, sus convicciones y sus valores”, ha declarado el cardenal. La Iglesia africana en ascenso
Sarah es el rostro visible del ala conservadora africana, una región donde la Iglesia experimenta un notable crecimiento. «La Iglesia católica está preparada para un papa africano. Es la Iglesia que más crece y es opuesta al pensamiento de Francisco”, afirma el historiador Patricio Lons. Si bien existen otros cardenales tradicionalistas en África, como el congoleño Fridolin Ambongo, es Sarah quien concentra la mayor atención como posible «papable». El bastión conservador
El cardenal guineano se encuentra entre los favoritos del sector conservador para el próximo cónclave, junto a figuras como el húngaro Peter Erdo, el holandés Willem Jacobus Eijk y el srilankés Malcolm Ranjith. Sarah es reconocido por sus advertencias sobre la «islamización» de Europa, una postura que lo diferencia marcadamente del papa Francisco.
Resumen (No indexar)
El cardenal guineano Robert Sarah, de 79 años y cercano al pensamiento de Benedicto XVI, se perfila como un posible candidato a papa. Representante del ala conservadora de la creciente Iglesia africana, Sarah se opone al progresismo de Francisco y alerta sobre la 'islamización' de Europa.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Zappo te lo cuenta:
Se avecina tormenta en el Vaticano, amigos. Y no, no es Francisco probando un nuevo fernet artesanal (aunque eso también sería noticiable). Resulta que Robert Sarah, el cardenal que hace que Benedicto XVI parezca un jipi progresista, se perfila como posible sucesor de Bergoglio. Imaginen: un papa que cree que Europa está siendo invadida… ¡y no por turistas con medias y sandalias! Sarah, el paladín del conservadurismo, viene a ponerle picante al cónclave.
Este guineano de 79 pirulos (80 en junio, ¡a preparar el cotillón!) es la antítesis del actual pontífice. Mientras Francisco anda repartiendo abrazos y hablando de ecología, Sarah predica contra la «islamización» de Europa, como si el Viejo Continente fuera una milanesa a punto de ser devorada por un ejército de comensales hambrientos.
Y ojo, que el hombre tiene banca. La Iglesia africana, que crece más rápido que la espuma en un vaso de cerveza tibia un sábado a la noche, lo tiene como referente. Es como el Messi del conservadurismo católico, pero en vez de gambetear defensores, esquiva las ideas progresistas. ¿Se imaginan a Sarah con un mate en la mano y hablando de justicia social? Más fácil es ver a Mirtha Legrand haciendo pogo en un recital de Los Ramones.
Así que ya saben, preparen sus oraciones… Si Sarah llega al trono de San Pedro, se vienen tiempos movidos. Quizás hasta cambien el vino de misa por agua bendita con gas. Y ni hablar de los cambios en el vestuario: ¿adiós sotanas blancas, hola túnicas de arpillera? El futuro de la Iglesia está en juego, y con Sarah en la cancha, todo puede pasar. Agárrense fuerte, que esto recién empieza.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Robert Sarah: ¿el primer papa africano?
Robert Sarah, cardenal guineano de 79 años, se posiciona como un potencial candidato a suceder al papa Francisco. Conocido por su postura ultraconservadora, alineada con el pensamiento de Benedicto XVI, Sarah representa a la creciente Iglesia católica africana, mayoritariamente conservadora y en contraposición al progresismo del actual pontífice. «Europa está siendo invadida silenciosamente por otras culturas, otros pueblos que progresivamente los dominarán en número y cambiarán completamente su cultura, sus convicciones y sus valores”, ha declarado el cardenal. La Iglesia africana en ascenso
Sarah es el rostro visible del ala conservadora africana, una región donde la Iglesia experimenta un notable crecimiento. «La Iglesia católica está preparada para un papa africano. Es la Iglesia que más crece y es opuesta al pensamiento de Francisco”, afirma el historiador Patricio Lons. Si bien existen otros cardenales tradicionalistas en África, como el congoleño Fridolin Ambongo, es Sarah quien concentra la mayor atención como posible «papable». El bastión conservador
El cardenal guineano se encuentra entre los favoritos del sector conservador para el próximo cónclave, junto a figuras como el húngaro Peter Erdo, el holandés Willem Jacobus Eijk y el srilankés Malcolm Ranjith. Sarah es reconocido por sus advertencias sobre la «islamización» de Europa, una postura que lo diferencia marcadamente del papa Francisco.
El cardenal guineano Robert Sarah, de 79 años y cercano al pensamiento de Benedicto XVI, se perfila como un posible candidato a papa. Representante del ala conservadora de la creciente Iglesia africana, Sarah se opone al progresismo de Francisco y alerta sobre la 'islamización' de Europa.
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Se avecina tormenta en el Vaticano, amigos. Y no, no es Francisco probando un nuevo fernet artesanal (aunque eso también sería noticiable). Resulta que Robert Sarah, el cardenal que hace que Benedicto XVI parezca un jipi progresista, se perfila como posible sucesor de Bergoglio. Imaginen: un papa que cree que Europa está siendo invadida… ¡y no por turistas con medias y sandalias! Sarah, el paladín del conservadurismo, viene a ponerle picante al cónclave.
Este guineano de 79 pirulos (80 en junio, ¡a preparar el cotillón!) es la antítesis del actual pontífice. Mientras Francisco anda repartiendo abrazos y hablando de ecología, Sarah predica contra la «islamización» de Europa, como si el Viejo Continente fuera una milanesa a punto de ser devorada por un ejército de comensales hambrientos.
Y ojo, que el hombre tiene banca. La Iglesia africana, que crece más rápido que la espuma en un vaso de cerveza tibia un sábado a la noche, lo tiene como referente. Es como el Messi del conservadurismo católico, pero en vez de gambetear defensores, esquiva las ideas progresistas. ¿Se imaginan a Sarah con un mate en la mano y hablando de justicia social? Más fácil es ver a Mirtha Legrand haciendo pogo en un recital de Los Ramones.
Así que ya saben, preparen sus oraciones… Si Sarah llega al trono de San Pedro, se vienen tiempos movidos. Quizás hasta cambien el vino de misa por agua bendita con gas. Y ni hablar de los cambios en el vestuario: ¿adiós sotanas blancas, hola túnicas de arpillera? El futuro de la Iglesia está en juego, y con Sarah en la cancha, todo puede pasar. Agárrense fuerte, que esto recién empieza.
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