El clásico paceño entre The Strongest y Bolívar fue suspendido luego de un grave ataque con pirotecnia dirigido hacia los jugadores, en un hecho que las autoridades calificaron como un «atentado directo» contra la integridad de los protagonistas.
Explosiones en pleno partido
El episodio ocurrió a los 25 minutos del segundo tiempo, cuando artefactos pirotécnicos fueron disparados desde la bandeja baja de la Curva Sur, zona habitualmente ocupada por la hinchada local. Las imágenes captaron a futbolistas arrojándose al césped mientras las explosiones estallaban peligrosamente cerca.
El árbitro detuvo inmediatamente el juego y, tras varios minutos de deliberación, resolvió suspender el encuentro por falta de garantías. «La seguridad de los protagonistas no está garantizada», afirmó el juez principal.
Reacción y consecuencias
Los jugadores fueron retirados en medio de un fuerte operativo de seguridad, y aunque ninguno resultó herido de gravedad, varios fueron asistidos por personal médico debido al shock y la cercanía de las detonaciones.
La policía boliviana ya trabaja en la identificación de los responsables mediante las cámaras del estadio. Las autoridades deportivas anticiparon que se aplicarán sanciones severas, que podrían incluir la suspensión del estadio, multas millonarias e incluso la quita de puntos.
Un golpe al fútbol boliviano
Lo que debía ser un clásico histórico quedó marcado como una de las jornadas más violentas del fútbol boliviano, generando un debate urgente sobre la seguridad en los estadios y el control de la violencia en los espectáculos deportivos.