Historias que inspiran: En Calingasta, la educación superior llega a los rincones más alejados de San Juan
En el corazón de la provincia de San Juan, donde la inmensidad del paisaje compite con la vastedad de los sueños, emergen historias que demuestran cómo la educación puede ser un faro de esperanza y un motor de transformación social. En el marco de un nuevo aniversario de la Fundación de San Juan, conocemos los relatos de Verónica Herrera y Guadalupe Gómez, dos mujeres calingastinas que, gracias a las aulas híbridas, están derribando barreras y construyendo un futuro más prometedor para ellas y sus familias.
El aula híbrida: un puente hacia el futuro
La escuela técnica General Manuel Savio, en Calingasta, es el escenario donde Verónica y Guadalupe protagonizan esta revolución silenciosa pero poderosa. El aula híbrida, un espacio especialmente acondicionado con tecnología de punta, se ha convertido en un punto de encuentro entre la sed de conocimiento y las oportunidades que antes parecían inalcanzables.
“Me enteré por redes sociales que la UCC ofrecía carreras en Calingasta. Para mí fue una gran oportunidad, porque me resulta imposible trasladarme a San Juan para estudiar», comenta Verónica Herrera, de 40 años, quien trabaja en el Complejo Astronómico El Leoncito y es madre de dos hijos. Su historia es un testimonio de cómo la tecnología puede acortar distancias y democratizar el acceso a la educación. Verónica cursa la Tecnicatura en Desarrollo de Software, una disciplina que la apasiona y que le permite vislumbrar un futuro profesional más brillante.
Guadalupe Gómez, de 26 años, técnica minera y madre de una niña, comparte un sentimiento similar. “Cuando salió esta propuesta virtual, no la dejé pasar”, afirma con entusiasmo. Para ella, el aula híbrida es una segunda oportunidad, un camino para concretar un sueño postergado y dejar un legado a su hija. “Esta es mi oportunidad, no la voy a dejar pasar”, sentencia con determinación.
Un esfuerzo conjunto para transformar vidas
Las historias de Verónica y Guadalupe son el resultado de una política pública que une esfuerzos del Gobierno de San Juan, la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) y la Universidad Católica de Cuyo (UCC). Las aulas híbridas, financiadas por el Fondo Especial para el Desarrollo Minero (Ley 970-M) y con el apoyo del Ministerio de Educación, se han convertido en un motor de arraigo, formación profesional y desarrollo local en departamentos como Sarmiento, Calingasta, Jáchal, Iglesia y Valle Fértil.
Actualmente, más de 400 estudiantes cursan cuatro tecnicaturas en esta modalidad semipresencial, demostrando que la educación es una herramienta poderosa para construir un presente más justo y un futuro con más oportunidades para todos los sanjuaninos.