El juez federal Sebastián Casanello desestimó los planteos de la defensa y ordenó la elevación a juicio oral de la causa judicial contra el exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, el exrector de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), Carlos Ruta, y otros seis exfuncionarios y directivos, quienes ya habían sido procesados por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública.
La causa fue elevada al Tribunal Oral Federal N°4, que tendrá la tarea de dictar sentencia en este expediente. La investigación se centra en la implementación de un convenio entre el entonces Ministerio de Planificación y la UNSAM destinado a la creación de un laboratorio audiovisual de animación computada, enmarcado en el Sistema Argentino de Televisión Digital Terrestre. Las pesquisas detectaron sobreprecios que promediaron el 56%.
Se investiga el pago de más de US$ 35 millones destinados a la refacción de dos edificios de la UNSAM, así como a la compra e instalación del equipo de Captura de Movimiento más grande de Latinoamérica (conocido como Mocap, por Motion Capture). El sistema contaba con 72 cámaras especiales capaces de registrar el movimiento humano y transformarlo en hasta 19 personajes simultáneos para cine de animación computada.
Según consta en el dictamen del fiscal federal Carlos Rivolo, entre los años 2011 y 2015 se desembolsaron 330.369.253 pesos entre la adquisición de los equipos de animación computada, descritos como “similares a los de DreamWorks”, y la refacción de dos edificios en la ciudad de Buenos Aires que albergarían el Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Tecnologías y el Laboratorio de Contenidos Audiovisuales Digitales de la UNSAM.
La magnitud del equipamiento adquirido por De Vido para la UNSAM fue tal que, por esa misma época, el entonces presidente estadounidense Barack Obama visitó los famosos estudios californianos de DreamWorks para observar un equipo similar. En aquella oportunidad, el director Dean De Blois le explicó el uso del Mocap en su película «Cómo entrenar a tu dragón 2».
Al igual que en otros proyectos de gran envergadura encabezados por De Vido, en este caso también «se verificaron precios superiores con relación al valor de mercado. Además se constató que se certificaron rubros en su totalidad (100% ejecutados), que no habían sido realizados», sostuvo el fiscal federal Carlos Rivolo en el dictamen que fundamentó su pedido de elevación de la causa a juicio oral y público.
Los peritos intervinientes determinaron la existencia de sobreprecios del 30% en la compra del Mocap y del 72% en las obras de refacción de los edificios de la UNSAM, con ítems presupuestados que nunca se materializaron. Adicionalmente, se le abonaron 5,4 millones de pesos a la UNSAM en concepto de «gastos administrativos», cuyo destino o contraprestación nunca pudo ser debidamente justificado, según señaló el dictamen del fiscal Rivolo.
El mes pasado, la Cámara Federal porteña revocó el sobreseimiento que De Vido poseía en primera instancia y dictó su procesamiento. Los jueces Martín Irurzun y Eduardo Farah, con la disidencia de Roberto Boico, plantearon que «la prueba colectada permite aseverar la intervención material del nombrado en cada uno de los tramos de la maniobra». Asimismo, aseguraron que se amplió significativamente el presupuesto asignado y se alteró el objeto de las contrataciones con el fin de «canalizar las erogaciones que se estimaron fraudulentas».
«Hay elementos que concretamente apuntan a la existencia de millonarios sobreprecios en las obras contratadas por la UNSAM con dinero del Ministerio de Planificación, en el pago de prestaciones que no se cumplieron y en diversas irregularidades que rodearon los actos cumplidos», destacaron los camaristas en su fallo.
En esta causa se encuentran procesados por «el delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública» el exministro De Vido; Carlos Ruta, entonces rector de la UNSAM; Carlos Schwerdtfeger, exsecretario general de la universidad; Raúl Pieroni, arquitecto de la UNSAM y director de la obra; Domingo Simonetta, de la empresa Sistemas de Video Comunicación; Horacio Pérez y Martín Ramírez, directivos de la firma Urban Baires; y Luis Vitullo, exdirector general de Administración del Ministerio de Planificación.
De Vido cumple prisión domiciliaria, acumulando dos condenas por administración fraudulenta en la Tragedia de Once y en la causa de los Trenes chatarra. Adicionalmente, enfrenta procesamientos en expedientes como la serie Mamá Corazón (vinculada a Andrea del Boca), Skanska I y II, Sueños Compartidos, Cuadernos de las Coimas, el otorgamiento irregular de subsidios a colectivos, Odebrecht y la ampliación de Yacimientos Carboníferos Fiscales, entre otros, según informaron fuentes judiciales.
Un caso que reveló Clarín
El proyecto original objeto de la causa que ahora se eleva a juicio oral se inició en agosto de 2011, con un costo estimado de 165 millones de pesos, financiados por el Ministerio de Planificación para equipamiento de la UNSAM. Este convenio experimentó tres modificaciones, elevando su presupuesto hasta los 520 millones de pesos, momento en el que se interrumpió a fines de 2015, habiéndose gastado ya casi 350 millones de pesos.
En la denuncia presentada ante la Justicia por el abogado Ricardo Monner Sans (ya fallecido), un testigo con identidad reservada manifestó que «no hay universidad en el mundo que tenga estos equipos. Todo era para que lo usara la productora Sinema, del empresario K santacruceño Mauricio Brunetti, con fines de explotación comercial, que él jamás hubiera podido comprar».
Este medio dio a conocer el caso el 30 de octubre de 2016. Esa misma noche el programa televisivo de Jorge Lanata le brindó mayor difusión. Al day siguiente, el exministro De Vido ofreció su descargo a través de Twitter.
“Estamos orgullosos de haber equipado con tecnología de punta el laboratorio audiovisual de la UNSAM”, aseguró De Vido en su cuenta. Y agregó: “Contar con la mejor tecnología permite capacitar profesionales para darle impulso a toda la industria audiovisual. Es lo mismo que hicimos en el caso de la industria satelital y el proyecto Arsat, cuyos resultados están a la vista”, expresó en aquella oportunidad.
El Mocap de la UNSAM disponía por entonces de un estudio de 290 metros cuadrados, equipado con 72 cámaras de 16 Megapíxeles, que, en teoría, permitirían la captura simultánea de hasta 19 personajes si funcionara adecuadamente. No obstante, en aquel momento, su operación era un misterio para la mayoría.
El sitio web de la Universidad explicaba que el Mocap “es una técnica de grabación de desplazamientos, cuya información es trasladada a un modelo digital realizado en imágenes de computadora. En general se emplea para grabar acciones de cualquier ser vivo u objetos”.
“El Mocap que se compró no está funcionando. No pudimos usarlo para la película Quixote, ya que no dio los resultados esperados. Las imágenes que buscábamos, tuvimos que volver a hacerlas a mano”, alertó en ese entonces a Clarín Gonzalo Gutiérrez, docente del curso Matte Painting que se dictaba en el Laboratorio de Ciencia y Ficción de la UNSAM, Chrysalis, donde se encontraban alojados los equipos.
“La gente que está ahí no tiene los conocimientos ni la experiencia para manejarlos”, añadió Gutiérrez, quien también era cofundador de la Asociación Argentina de Efectos Visuales.
Quixote era una relectura del clásico de Cervantes que seguía a tres niños intentando salvar un pequeño pueblo de La Mancha. Gutiérrez dirigió un teaser (adelanto) de Quixote en Chrysalis, con el cual se promocionó el proyecto en una edición del Festival de Cannes. Su objetivo era concretarlo como largometraje, con productores asociados y utilizando los equipos de la UNSAM, incluyendo el destacado Mocap. Sin embargo, en aquellos años no pudo concretar el proyecto.
En diciembre de 2016, el juez Claudio Bonadio resolvió transferir los equipos de la UNSAM al Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, que en ese entonces estaba bajo la dirección de Hernán Lombardi.
En aquella ocasión, Lombardi declaró a Clarín que se trataba de «la primera vez que se consiguen recuperar bienes vinculados con la corrupción». Detalló que se había detectado «la inexistencia de equipos contra el presupuestado», que muchas «licencias no se habían entregado» y que parte del «equipamiento no se encontraba funcionando».
Asimismo, destacó la existencia de «sobreprecio en algunos rubros del presupuesto»; giros de transferencias de Planificación a la UNSAM «sin haber cumplido con el porcentaje de rendición estipulado que lo habilitara a un nuevo giro de fondos»; y la «carencia de un adecuado cumplimiento de control administrativo», sostuvo Lombardi en esa oportunidad.
Posteriormente, el Estado creó la empresa Animar/Mocap, a donde la Secretaría de Medios derivó los equipos después de que el juez Bonadio los retirara de la UNSAM.
En los años siguientes, se han grabado en estas instalaciones películas y series utilizando la mencionada tecnología, como los cortos de «Yo Matías», de Sendra. También se ha utilizado para mostrar su funcionamiento a estudiantes en visitas guiadas en espacios como Tecnópolis, por ejemplo, en «El asombroso viaje de Zamba y Nina en la cápsula del tiempo». Adicionalmente, a fines del año pasado, se grabó parte del video de presentación del programa de Gabriel Corrado, «Estamos en una», que se emite por la Televisión Pública.