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¡Atención, gente linda de la Argentina! La cosa se puso picante como locro de invierno. La Interpol, que nunca se queda atrás en esto de complicarnos la existencia, parece que no solo renueva alertas rojas, sino que ahora les pega cartelitos nuevos. ¡Y qué cartelitos! Ahora, la detención de los prófugos iraníes de la AMIA es un "asunto bilateral" entre nosotros y ellos. ¿Bilateral? ¡Pero si estamos hablando de alertas rojas por el peor atentado terrorista de nuestra historia! Es como si a tu amigo que te debe un dineral, el banco le pusiera: ‘Ah, es un tema entre ustedes’. Una delicia, ¿vieron?
Y para agregarle más condimento a esta milanesa de la justicia, el ex ministro de Seguridad porteño, un tal Waldo Wolff, ya salió con el cuchillo entre los dientes: ‘¡Esto es otra prueba de contaminación!’, gritó. ¿Contaminación? A este paso, las alertas rojas van a necesitar barbijo N95. Esto parece más una comedia de enredos que una causa judicial. La dignidad de las personas, por supuesto, intacta, pero que la situación es tan absurda que se presta a la risa, eso no te lo quita nadie.
Así que, mientras el juicio oral contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se asoma como el Gordo de Navidad, estas "nuevas leyendas" prometen ser el regalo que nadie pidió. Uno se pregunta, ¿para cuándo el reality show de Interpol? Entre la desaparición de Nisman, las idas y vueltas del Memorándum y ahora los cartelitos "bilaterales" de Interpol, esto es más interesante que cualquier telenovela turca. Señores, ¡que empiece la función! La justicia, por lo visto, tiene más capas que una cebolla. Y llorar, ¡vamos a llorar todos! Pero de risa, claro. De lo contrario, nos da un ACV.
El país se prepara para uno de los juicios orales de mayor trascendencia internacional: la causa que investiga la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por el presunto encubrimiento de Irán en el brutal atentado a la AMIA en 1994. Un proceso judicial que, tras una dilatada serie de obstáculos y dilaciones, finalmente dará inicio antes de que finalice el año.
La columna vertebral de la denuncia de Nisman reside en el polémico Memorándum de Entendimiento con Irán, un acuerdo que, según las investigaciones, contendría una cláusula secreta para suprimir las alertas rojas de Interpol que pesaban sobre cinco ciudadanos iraníes apenas fuese rubricado por los cancilleres de ambos países. Precisamente, estas notificaciones constituyen el único instrumento legal que posee el Estado argentino para aspirar a la detención de los sindicados como autores intelectuales del ataque contra la mutual judía, más allá del juicio en ausencia que el Congreso aprobó el año pasado, y cuya aplicación ha sido solicitada por el fiscal Sebastián Basso el pasado 8 de abril, restando la decisión del juez Daniel Rafecas.
La «contaminación» de las alertas rojas
En el año 2013, inmediatamente después de la firma del Pacto con Irán, el entonces canciller Héctor Timerman realizó gestiones ante Interpol procurando disipar cualquier duda sobre la vigencia de dichas alertas, a pesar de la literalidad del acuerdo, que más tarde sería declarado inconstitucional. Sin embargo, estas notificaciones, lejos de ser transparentes, incluían una leyenda que aludía a un «acuerdo diplomático» entre Argentina e Irán, precisamente por el Memorándum que caería en desuso meses después de su rúbrica.
La anomalía persistió. Incluso en 2017, durante la gestión de Jorge Faurie como canciller del gobierno de Mauricio Macri, y con el impulso de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, se intentó eliminar esta leyenda. No obstante, Interpol la renovó ante la negativa de la República Islámica de Irán. La novedad más reciente, revelada por el programa de la periodista Cristina Pérez en La Nación +, es que a fines de 2024, Interpol amplió aún más las leyendas de este banner, añadiendo un nuevo matiz a la controversia.
Para una figura judicial consultada por Clarín, esta nueva adición representa «otra contaminación» sobre la alerta de detención. En la misma línea, el ex ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, ha enfatizado que esta flamante leyenda debería ser considerada una prueba contundente contra la exmandataria en el juicio oral. «Es otra prueba de la contaminación de las alertas tras el Pacto con Irán», afirmó Wolff. El juicio estará a cargo de los jueces Sebastián Basso, Rodrigo Jiménez Uriburu y Javier Ríos.
Un rastro visible en la base de datos
Es importante destacar que estas leyendas son visibles para cualquier operador que realice una búsqueda en la base de datos de Interpol, desde cualquier rincón del planeta. Se encuentran registradas en la pantalla denominada «informe sobre individuos», desde la cual se accede a la alerta roja, según explicó una fuente policial. Los banners están inscriptos sobre los prófugos de la causa AMIA: Ahmad Vahidi, Mohsen Rezai, Mohsen Rabbani, Ali Fallahijan y Ahmad Reza Asghari.
La leyenda original, insertada en 2013 tras la firma del Pacto con Irán, rezaba: «La Secretaría General de INTERPOL fue informada respecto de que el 27/01/2013 se firmó un acuerdo entre Argentina y la República Islámica de Irán sobre el atentado terrorista a la AMIA perpetrado en 1994 relacionado con la presente notificación con el fin de resolver la cuestión por la vía diplomática. El status de la presente Notificación permanece inalterado, según lo decidido por la Asamblea General de INTERPOL en 2007».
En 2017, el gobierno de Macri informó a la Secretaría General de Interpol que la autoridad judicial argentina había «declarado la inconstitucionalidad del acuerdo antes mencionado de conformidad con la legislación argentina». Sin embargo, en diciembre de 2024, apareció una nueva leyenda, hasta ahora desconocida y expuesta por La Nación +, que reza: «la Secretaría General no toma posición respecto del acuerdo y manifiesta que su status es una cuestión bilateral entre Argentina y la República Islámica de Irán».
Una fuente judicial consultada por Clarín aclaró que la responsabilidad de reclamar la baja de estas leyendas en la próxima reunión de la asamblea de Interpol no recae en el juez Daniel Rafecas ni en el fiscal de la Unidad Especial AMIA, Sebastián Basso, sino directamente en el canciller Gerardo Wertheim.
Cabe recordar que, en el 2006, el fiscal Basso había subrayado que «estas alertas rojas o este pedido de captura internacional para la Argentina tiene vigencia de por vida hasta que esa persona fallezca o se presente a dar explicaciones en la Argentina y se resuelva su situación procesal». Ya en aquel entonces, el ex fiscal Alberto Nisman, cuyo asesinato en 2015 conmocionó al país, encontró serias dificultades para conseguir las alertas rojas debido a la resistencia, e incluso amenazas verbales, de la delegación iraní. Recién en una asamblea de Interpol en el 2007 logró los votos necesarios para las alertas sobre cinco de los ocho acusados. En 2006, Nisman había dictaminado que el gobierno de Irán de 1994 fue el autor intelectual del atentado, y la Jihad Islámica del Hezbollah de Líbano, el autor material.