¿Nuevo secretario general de la OEA? ¡Ajá! Y Argentina ya le tiró la agenda con la delicadeza de un elefante en una cristalería: el gendarme preso en Venezuela y los asilados en Caracas.
Ramdin, el flamante secretario, con cara de «recién llego y ya me están pidiendo cosas», dijo que «va a ver». O sea, lo mismo que decir «ya veremos, che, denme tiempo para acomodar los papeles».
Mientras tanto, en la embajada argentina en Caracas, los asilados siguen a mate y truco, esperando que alguien se acuerde de ellos. Y el gendarme… bueno, esperemos que tenga buen wifi en la cárcel.
Argentina presentó sus reclamos a la nueva gestión de la OEA
Robert Ramdin, canciller de Surinam, fue designado como nuevo secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) este lunes. En su debut en el foro, el representante argentino, Carlos Cherniak, aprovechó la ocasión para presentar los reclamos del gobierno de Javier Milei respecto a la situación del gendarme argentino detenido en Venezuela y los asilados en la embajada argentina en Caracas.
Un debut con reclamos
Cherniak, diplomático de carrera recientemente designado como representante permanente ante la OEA, expresó la «profunda preocupación» de Argentina por la situación de Nahuel Gallo, el gendarme argentino detenido en Venezuela, a quien calificó como víctima de una «desaparición forzada» y detenido «en condiciones inhumanas y sin garantías procesales». Solicitó la liberación de Gallo y la colaboración de la comunidad internacional para resolver la situación.
Asimismo, Cherniak denunció la situación de los cinco ciudadanos venezolanos asilados en la embajada argentina en Caracas, denunciando el incumplimiento por parte del gobierno venezolano de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y la restricción al acceso de bienes esenciales. Exigió la emisión de los salvoconductos correspondientes para permitirles salir del país.
La respuesta de Ramdin
En respuesta a los reclamos argentinos, Ramdin, en conferencia de prensa, manifestó su deseo de que se celebren elecciones «pacíficas, sin temor y con la plena participación del pueblo» en Venezuela y otros países de la región. Sin embargo, en relación a los casos específicos planteados por Argentina, adoptó una postura cautelosa. «Vamos a ver cómo bregamos con eso. No se pueden tomar decisiones hasta no ver la situación», declaró, evitando tomar una posición definida y priorizando el «objetivo final», sin especificar cuál sería. «Como intermediario, al momento de decidir de un lado u otro, uno pierde la neutralidad», justificó.