Bahía Blanca bajo agua: cruce político en medio del temporal
Un diluvio bíblico azotó a Bahía Blanca, convirtiendo la ciudad en una Venecia improvisada, pero sin góndolas ni romanticismo. El temporal, el más intenso registrado en la historia de la ciudad, dejó un tendal de evacuados, hospitales inundados y un transporte público que prefirió quedarse en boxes. En medio del caos climático, se desató otro temporal, esta vez político, entre el gobierno provincial de Axel Kicillof y el ejecutivo nacional de Javier Milei.
El ministro de Infraestructura bonaerense, Carlos Bianco, salió con los tapones de punta, acusando a Nación de estar mirando la tormenta por televisión: «Nación no trabaja nunca, no nos han llamado, no han puesto a disposición nada». Sin embargo, más rápido que un delivery en hora pico, Bianco se desdijo y reconoció que sí había habido contactos con funcionarios nacionales, incluyendo a la ministra de Desarrollo Social, Sandra Pettovello, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la mismísima Patricia Bullrich.
Bullrich: «Al frente del operativo desde el minuto cero»
Desde su cuenta de Twitter, Patricia Bullrich contraatacó con la contundencia de un derechazo de Tyson: «Estoy al frente del operativo en coordinación con la provincia de Buenos Aires y Bahía Blanca. Desde el minuto cero constituimos el Comando Unificado y desplegamos a la PNA, GNA y la brigada USAR de la PFA». Y agregó, con un dejo de heroísmo épico: «La Alerta Roja sigue hasta el mediodía. Estamos firmes, trabajando sin descanso para asistir, contener y proteger a cada vecino en este desastre». Además, se anunció que Bullrich visitaría la zona afectada en la mañana del sábado.
¿Tregua en la guerra política?
Luego del cruce inicial, el propio Bianco confirmó la colaboración entre ambos gobiernos: «Estamos coordinando con el gobierno nacional… apenas sepamos cuáles son las necesidades específicas nos va a enviar el material que corresponde». Y como si fuera poco, hasta elogió la predisposición de Pettovello, Francos y Bullrich. Este inusitado trabajo en equipo entre Provincia y Nación podría representar una breve pausa en la batalla campal que vienen librando por la inseguridad en el conurbano. Una tregua en medio de la tormenta, para que Bahía Blanca pueda secarse y empezar a reconstruir.
