«Blindados a rueda VCBR M1126 Stryker», el nombre suena a Transformers, pero al parecer solo sirven para «operativos» en el desierto. ¡Ideal para las dunas patagónicas! Porque, claro, el desierto ¡es un problema tan grande en Argentina!
Resulta que los expertos del ejército ya los habían rechazado. Pero, ¿quién necesita expertos cuando tenemos alineamiento geopolítico?
Ahora, si alguno tiene un charco grande o un riachuelo cerca, que avise, porque estos bichos no son anfibios. «Material usado, de descarte de Teatros de Operaciones». En otras palabras, ¡nos llega lo que ya no quieren en Irak y Afganistán!
Ya nos vendieron los F-16, que eran como el smartphone de segunda mano: funciona, pero la batería ya no es la misma. Y con los Stryker, ¡parece que seguimos la misma racha! Capaz que en el próximo paquete nos incluyen una aspiradora robot usada para el control fronterizo, ¡así no pagamos «de más»!
El ministro de Defensa, Luis Petri, firmó una carta de intención para la adquisición de blindados a rueda VCBR M1126 Stryker, destinados a reforzar el “Operativo Julio Roca” de control de fronteras. Este acuerdo prevé la llegada de ocho unidades en diciembre de 2025 y, de contar con presupuesto, una eventual incorporación de otros 200 vehículos en los próximos años.
Estos blindados son fabricados por la empresa privada General Dynamics Land Systems-Canada para el Ejército de los Estados Unidos. Se trata de una familia de vehículos blindados de ocho ruedas, reconocidos por su capacidad para transportar tropas y proporcionar apoyo de fuego, especialmente en entornos desérticos, según detalló una fuente militar a Clarín.
El Stryker, basado en el vehículo canadiense LAV III, se produce en London, Ontario. Posee tracción en las cuatro ruedas (8×4) con capacidad de cambiar a tracción total (8×8) para operar en terrenos complejos. Sus sistemas de tiro y defensa están altamente computarizados.
Existen diversas versiones del Stryker, incluyendo variantes de comando, ambulancias blindadas y sistemas de armas móviles. Algunas están equipadas con cañones automáticos de 105 mm, como el M1128 Mobile Gun System. Estados Unidos «los usó en las guerras en Irak y Afganistán.»

El vehículo ha recibido actualizaciones para mejorar su protección, incluyendo blindaje adicional y sistemas contra artefactos explosivos improvisados (IED). «Los Strykers por su sistema moderno «serán la ‘estrella’ del Ejército, así como los F16 lo son para la Fuerza Aérea», según otra fuente militar.
Cada Stryker tiene un costo de «uno o dos millones de dólares». Estados Unidos se ha comprometido a enviar ocho unidades en diciembre de 2025, para lo cual el gobierno de Milei debe realizar un desembolso inicial de «5 millones de dólares». En una segunda etapa, está prevista la llegada de otros 22 blindados, supeditada a la disponibilidad presupuestaria.

Más allá de las especificaciones técnicas, la decisión de Petri representa un alineamiento geopolítico con el sistema de armas de Estados Unidos, una tendencia que ya se había manifestado con la adquisición de los aviones F-16.
En 2023, el entonces ministro de Defensa Jorge Taiana había firmado una carta de intención para la compra de 161 vehículos de combate blindado a rueda «Guaraní 6×6», un acuerdo que finalmente se paralizó. Paralelamente, una oferta china para la venta de los 6×6 NORINCO WMZ-551B también quedó archivada.
La reunión de Petri con su par estadounidense Pete Hegseth concretó la primera de tres etapas para la adquisición de los Stryker, buscando fortalecer las capacidades del Ejército Argentino.

En esta línea, Petri destacó: “Estamos recuperando capacidades militares, modernizando nuestras Fuerzas Armadas y fortaleciendo la alianza estratégica con Estados Unidos, nuestro socio en la defensa de la libertad y los valores democráticos”. Argentina ostenta la condición de aliado extra-OTAN de Estados Unidos desde el gobierno de Carlos Menem.
Durante el encuentro, se avanzó en un acuerdo integral que «incluirá nuevas líneas de cooperación en ciberdefensa, frontera terrestre, interoperabilidad militar y equipamiento estratégico, inspirado en el exitoso modelo del Garden Support estadounidense», según un comunicado oficial.
El secretario de Defensa estadounidense elogió los esfuerzos de Argentina por fortalecer su relación de defensa con Estados Unidos y resaltó la decisión de adquirir los cazas F-16 Fighting Falcon y los vehículos de combate Stryker.
El Secretario Hegseth y el Ministro Petri abordaron temas como «cooperación espacial, minerales críticos, el Atlántico Sur» y planes de cooperación futuros, acordando mantener la colaboración en prioridades mutuas de defensa y seguridad regional.
Sin embargo, el consultor en Seguridad y Defensa Marcelo Seghini, en declaraciones a Clarín, señaló que si la intención es “equipar la Brigada Mecánica X, que es la designada para convertirse en Brigada Mecánica a Rueda, se necesitan alrededor de 190 vehículos”. Dicha brigada tiene su asiento en Santa Rosa, La Pampa.
Seghini sostuvo que “el Stryker había sido rechazado por especialistas del Ejército Argentino, como opción porque es un vehículo diseñado para la Guerra en el Desierto, y como tal no es anfibio”.

“No es apto para el vadeo ni franqueo de ríos, por lo cual no apto para operar ni en el litoral ni en la Patagonia. Y nuevamente adquirimos material usado, de descarte de Teatros de Operaciones en los cuales dejó de operar EE. UU”, concluyó el experto de filiación radical.
El proyecto original del Ejército contemplaba la construcción de un centro de mantenimiento en la planta del Tanque Argentino Mediano (TAMSE) en Boulogne. No se ha precisado si existirá la posibilidad de fabricar los Stryker en Argentina en el futuro.
Antecedentes
En 2023, durante la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el entonces canciller brasileño Mauro Vieira y el ministro de Defensa argentino Jorge Taiana firmaron una carta de intención para la adquisición de «161 vehículos de combate blindado a rueda ‘Guaraní 6×6′». Este contrato, valorado en «409 millones de dólares», nunca pudo concretarse por falta de presupuesto. El vendedor es la empresa privada IVECO Defence.
La carta de intención incluía la transferencia de tecnología para la fabricación progresiva de partes en Argentina, soporte logístico y adiestramiento de tripulaciones y personal técnico del Ejército Argentino, según informaba el comunicado de prensa de la época.
Actualmente, este acuerdo con Brasil parece haber quedado completamente desestimado ante la nueva opción estratégica impulsada por el ministro Petri.