La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, presentó un cálculo preciso y basado en métodos geométrico-matemáticos para estimar la cantidad de asistentes al acto de apoyo a Cristina Kirchner, arrojando una cifra significativamente menor a la reportada por los organizadores y la percepción visual.
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Mientas todo el mundo discute si llenar la Plaza de Mayo es un feat o un blooper, y si la asistencia al acto de apoyo a la expresidenta Cristina Kirchner fue masiva o modesta (un eterno debate que pone a prueba la paciencia de hasta el más pintado), aparece la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, blandiendo una cifra como si fuera la tabla de la ley: ¡48.200 y pico de almas! Según la ministra, este número es el resultado de un 'cálculo geométrico-matemático' que, aparentemente, contó hasta las personas que estaban tomando mate en la casa de Cristina. Parece que para el Ministerio de Seguridad, la matemática es más precisa que el ojo humano, o quizás tienen una obsesión por los detalles que raya lo estadístico, o simplemente están aburridos. Sea como fuere, la cifra desató una nueva ronda de ironías y burlas en las redes, mientras la gente, como siempre, opina sin haber estado (o estando) en el lugar de los hechos.
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En medio de la habitual controversia sobre el número de asistentes a las convocatorias políticas, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aportó una cifra concreta respecto al acto de apoyo a la expresidenta Cristina Kirchner, tras la ratificación de su condena por corrupción.
Según detalló Bullrich, la estimación oficial arrojó un pico de «48.200 y pico» de personas en el momento de mayor afluencia. La ministra explicó en una entrevista que este número responde a un «cálculo geométrico-matemático» realizado por su cartera.
La metodología detrás de la cifra
La ministra de Seguridad precisó que para llegar a esta cifra se aplicó un método basado en la densidad de público por metro cuadrado, considerando «la cantidad de espacio, la cantidad de personas por metro cuadrado». Señaló que si bien en algunos sectores la concentración era mayor, en otros la gente se encontraba «mucho más dispersa».
Además de la estimación espacial, Bullrich aseguró que se contabilizaron los micros que arribaron al lugar, sumando así otra variable al cálculo final.
Esta cifra, sensiblemente menor a la divulgada por los organizadores del evento y a la percepción visual que suelen generar las imágenes de este tipo de convocatorias, reabre la discusión sobre los criterios y las herramientas utilizadas para medir la asistencia a manifestaciones y concentraciones públicas.