<div class="semiton-wrapper" data-texto="¡Bombazo! Murió Thiago, 7 añitos, bala policial, tiroteo… la vida te puede cambiar en un segundo… o menos. Pato Bullrich, veloz como cohete interministerial, sale a decir lo que todos pensaban (pero no decían): la culpa es de los cacos. Si no salían a ‘cañear’, ¡Thiagito estaría pidiendo figuritas!
‘Triste y doloroso’, tuiteó la ministra, como quien descubre que no hay más medialunas en el kiosco. Y remató: ‘Prisión perpetua’. ¡Zas! Ahora, a ver quién se anima a disentir después de este tuitazo que te deja la cabeza como un bombo.
Mientras tanto, el padre, destrozadito, pide justicia. ‘Que se pague, por favor’. Obvio, ¿quién no? La madre, callada, solo pide ‘respeto’. Y sí, después de todo el circo, un poco de dignidad no viene mal. Ah, y el policía, de 21 pirulos, detenido por ‘exceso’. Claro, ¿quién no se excede cuando le apuntan con un fierro? La vida, viste… siempre dando sorpresas, y casi siempre, de las malas.">
La tragedia que sacude La Matanza sumó un capítulo desgarrador con la muerte de Thiago Correa, el niño de tan solo 7 años que fue alcanzado por un proyectil durante un enfrentamiento armado. El hecho, que generó conmoción a nivel nacional, desató una serie de reacciones políticas y sociales, con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como una de las voces más resonantes al responsabilizar directamente a los asaltantes por el trágico desenlace.
Reacciones oficiales y un pedido de justicia
Minutos después de conocerse la noticia del fallecimiento del menor, la titular de la cartera de Seguridad utilizó sus redes sociales para fijar posición. "Thiago murió. Es una noticia triste y dolorosa", escribió Bullrich. Acto seguido, redobló su defensa del accionar policial, un tema recurrente en su gestión. "Los delincuentes son los únicos responsables de esta tragedia. Si no hubieran salido a robar, hoy no habría ninguna familia destruída", sentenció, dejando en claro su postura.
La ministra fue más allá en su mensaje, exigiendo "prisión perpetua" para los involucrados en el intento de asalto que derivó en el tiroteo. Esta declaración se complementa con expresiones anteriores de la funcionaria, quien había salido en defensa del policía Facundo Daniel Aguilar Fajardo, de 21 años, actualmente detenido por exceso en la legítima defensa. Bullrich había manifestado en conferencia de prensa que "los responsables directos son los delincuentes", argumentando que "Ellos generaron la acción delictiva. Salieron a la calle a matar, en banda, eran cuatro, sin ningún tipo de relación entre la violencia ejercida y la acción de un lugar donde había un chico en una parada de colectivo con su papá; y un oficial de policía, que ellos no sabían que lo era y estaba con su madre, al que fueron a atacar directamente".
Además, la ministra adelantó que impulsaría un cambio en la carátula de la causa para imputar a los ladrones "no sólo por robo a mano armada, sino por tentativa de homicidio".
El dolor de una familia y el reclamo de justicia
El fallecimiento de Thiago Correa fue confirmado por sus propios padres, Víctor Correa y Diara Medina, en la puerta del Hospital de Niños de San Justo, donde el pequeño luchaba por su vida desde el día del incidente. Alrededor de las 20.15, el padre, visiblemente quebrado, comunicó la peor noticia.
"Tuvimos el fallecimiento de Thiago. Es muy doloroso para todos, más para nosotros", dijo Víctor en una improvisada rueda de prensa, acompañado por Diara. El padre excusó cualquier otra declaración pública, pidiendo disculpas y agradeciendo la presencia de la prensa. Sin embargo, antes de retirarse, lanzó un desgarrador pedido: "Necesito justicia por Thiago, por favor. Esto se tiene que pagar, como tiene que ser".
La madre se sumó al pedido, aunque con más discreción, solicitando respeto en este momento de profundo dolor. Ninguno de los dos quiso referirse directamente a los responsables del tiroteo. La tragedia de Thiago Correa deja expuesta, una vez más, la crudeza de la violencia que se vive en la sociedad y la necesidad de un debate profundo sobre la seguridad y sus consecuencias.
