¡Ah, bueno! ¿Otro escándalo en la Rosada? Parece que la Casa de Gobierno se ha convertido en una sucursal de Gran Hermano, con más drama que una telenovela turca. Esta vez, el quilombo es por la criptomoneda LIBRA, que ha generado más revuelo que un recital de Los Palmeras en la Plaza de Mayo.
Según dicen las malas lenguas, en el Gobierno andan más preocupados que un perro en un taller mecánico. Dicen que la imagen del Presi Milei estaría en baja, aunque ellos lo niegan más rápido que un político cambia de opinión. Parece que la estrategia para salir del pantano es culpar a Santiago Caputo, el asesor estrella que hasta ahora era intocable, más que la jubilación de un juez.
Caputo, el genio de la lámpara (o al menos eso creíamos), se mandó la macana de interrumpir una entrevista del Presidente para «aclarar» el tema de LIBRA. Y claro, la armó más que un feriante en hora pico. Ahora, como buen jugador de ajedrez (o de truco, en este caso), Caputo se ofrece como chivo expiatorio para salvar al rey. ¿Será una jugada maestra o un jaque mate para su propia carrera?
Mientras tanto, el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se encargan de tirarle con munición gruesa a Caputo. Parece que el «triángulo de hierro» se está oxidando más rápido que un Fiat 600 en la costa. Pero tranquilos, que desde el entorno de Milei aseguran que Caputo es «inamovible». ¿Será cierto o es puro humo para distraer a la gilada?
Y como si fuera poco, en el medio de este berenjenal reaparecen Iñaki Gutiérrez y Eugenia Rolón, dos libertarios que habían sido expulsados del paraíso (o sea, la Casa Rosada). Parece que los hermanos Milei son más impredecibles que el clima en la cordillera. ¿Qué se traerán entre manos estos personajes? Solo el tiempo (y los memes) lo dirán.
En fin, este culebrón político recién empieza. Agarren pochoclos y prepárense para más capítulos de la saga «La Casa Rosada: El Reality». Porque como dice el dicho: «En Argentina, la realidad supera a la ficción».
El Operativo Caputo: Sacrificio Necesario o Jugada Maestra en el Ajedrez Político
La Casa Rosada se encuentra en medio de un operativo de control de daños tras la polémica generada por la criptomoneda LIBRA. Si bien el gobierno niega que el escándalo haya afectado la imagen presidencial, las acciones tomadas apuntan a desviar la atención hacia el asesor presidencial Santiago Caputo. La estrategia consiste en centrar las críticas en Caputo, quien incluso ofreció su renuncia, para «dar por terminado el tema» y que la discusión se traslade al ámbito judicial.
¿Un Triángulo de Hierro Oxidado? Las Tensiones en la Cúpula del Poder
La intervención de Caputo en la entrevista que el presidente Milei brindó al periodista Jonatan Viale, generó un cimbronazo en el entorno presidencial. Voceros como Manuel Adorni y Guillermo Francos cuestionaron públicamente la actitud de Caputo, señalando su «error» e «irresponsabilidad». Estas declaraciones públicas alimentaron las especulaciones sobre las tensiones existentes en el «triángulo de hierro» conformado por Milei, Caputo y Karina Milei. Sin embargo, desde el entorno presidencial se desmienten las internas y se asegura que Caputo «es inamovible».
El Karinismo Contraataca: El Regreso de los Exiliados y la Disputa por el Poder
En medio de la controversia, se filtró la participación de Karina Milei y Manuel Adorni en reuniones con empresarios vinculados a la criptomoneda. Estos señalamientos, sumados al «error» de Caputo, fortalecieron la posición del «karinismo» dentro del gobierno. Prueba de ello es el regreso de Iñaki Gutiérrez y Eugenia Rolón a la Casa Rosada, luego de haber sido desplazados por el grupo de Caputo. Este reacomodamiento de fuerzas sugiere una continua disputa por el poder en la cúpula del gobierno. A pesar de las tensiones, el gobierno insiste en que la imagen de Milei no se ha visto afectada y que los indicadores económicos son la prioridad para la ciudadanía.