Casa Rosada celebra el Día del Niño por Nacer y reaviva el debate sobre el aborto
El Gobierno nacional conmemoró el Día del Niño por Nacer a través de un posteo en la cuenta oficial de X (ex Twitter) de Casa Rosada, encendiendo nuevamente la polémica en torno a la legalización del aborto. La publicación, que afirma que «la vida siempre vence a la muerte», se produce en medio de versiones que sugieren que la administración de Javier Milei podría impulsar una ley para derogar la normativa vigente.
La conmemoración, establecida en 1998 por el entonces presidente Carlos Menem tras una visita al Papa Juan Pablo II, se fundamenta en la Convención Internacional de los Derechos del Niño de la ONU, que define como niño a todo ser humano desde la concepción.
### Reacciones y controversias
La vicepresidenta Victoria Villarruel se sumó a la conmemoración a través de sus redes sociales, expresando su «compromiso de proteger y luchar por el Niño por nacer» y afirmando que la cantidad de abortos realizados en Argentina desde la legalización supera la población de Tierra del Fuego. Sus declaraciones generaron fuertes repercusiones en diversos sectores.
En paralelo, el Congreso Nacional se iluminó de celeste, color emblemático del movimiento «pro vida», como parte de las actividades conmemorativas. El Senado, por su parte, organizó un seminario titulado «25 de marzo: Día del niño por nacer. Políticas para cuidar la vida», con la participación de destacadas figuras académicas y religiosas.
### Antecedentes y postura de Milei
El resurgimiento del debate sobre el aborto no es casual. En 2024, diputados de La Libertad Avanza presentaron un proyecto de ley para derogar la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, aunque la iniciativa no prosperó. El propio presidente Milei ha manifestado en reiteradas ocasiones su férrea oposición al aborto, calificándolo como un «asesinato agravado por el vínculo» y criticando duramente a los defensores de la legalización.
Durante su reciente participación en el Foro Económico de Davos, Milei volvió a condenar el aborto, vinculándolo con la «ideología woke» y las teorías maltusianas sobre el control poblacional. Sus palabras generaron controversia a nivel internacional, reavivando el debate sobre los derechos reproductivos.
