El Congreso vuelve a la acción y se prepara para un round épico: ¿$LIBRA, la criptorrebelión o una opereta política? Francos y Cúneo Libarona, en el banquillo (¿o en el ring?). Caputo, como Houdini, esquiva el Congreso (¿tiene miedo a las preguntas o a los pasillos?). La oposición afila sus preguntas (¿tendrán filo o serán de goma?). La comisión investigadora, un laberinto de alianzas y traiciones (¿quién saldrá con vida?). El quórum, la figurita difícil (¿aparecerá o se esconderá bajo la alfombra?). Drama, suspenso, intriga… ¡Esto es mejor que Netflix!
Presión renovada sobre el Ejecutivo por el caso $LIBRA
Tras la pausa por el fallecimiento del Papa Francisco, la Cámara de Diputados retoma la ofensiva contra el presidente Javier Milei por el caso $LIBRA. El martes, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, enfrentarán una interpelación en sesión especial. Aunque también citados, el ministro de Economía, Luis Caputo, se ausentará por «compromisos de agenda» –una práctica habitual del ministro–, y Roberto Silva, titular de la Comisión Nacional de Valores, no está sujeto a interpelación por ser funcionario de un ente autárquico.
Dudas sobre el procedimiento y la «solución política»
La última interpelación en Diputados data de 1996, dirigida a Domingo Cavallo. Con un Congreso fragmentado en múltiples bloques, la metodología actual para interrogar a los funcionarios genera incertidumbre. Se busca evitar discursos extensos y priorizar preguntas concisas, con un posible cierre político por bloque. Mientras tanto, en paralelo, se busca una «solución política» para la comisión investigadora que se reunirá el miércoles. Su composición, empatada entre oficialismo y oposición tras la creación de nuevos bloques, se ha convertido en un punto de controversia.
Quórum en duda y la sombra de la obstrucción
La Libertad Avanza (LLA) ha insinuado que no dará quórum para la comisión, argumentando que se trata de un «show» de la oposición. En Juntos por el Cambio, las opiniones están divididas sobre la necesidad de garantizar el quórum. La decisión de dos diputados radicales podría ser decisiva para inclinar la balanza. Si bien el reglamento permite iniciar la discusión en minoría, la elección de autoridades se presenta como un obstáculo, con la oposición recelando de un posible bloqueo por parte de un presidente propuesto por los libertarios. La desconfianza reina y el futuro de la investigación permanece incierto.