¿Ausencia estratégica o papelón diplomático? Argentina brilló por su ausencia en la CELAC. Milei, ¿jugando al ajedrez 4D o simplemente perdido en el tablero?
La degradación de la CELAC por parte del gobierno argentino dejó al país sin voz en temas clave como Malvinas. ¿Será que el grito de «libertad» de Milei no llega hasta las islas?
Mientras tanto, en Honduras, el reclamo a los gritos de la delegación argentina solo logró un eco de vergüenza ajena. ¿Un nuevo capítulo de la tragicomedia diplomática argentina?
Argentina, ausente en la CELAC: Polémica por Malvinas y silencios sugestivos
La reciente cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Honduras dejó a Argentina en una posición incómoda. La delegación nacional, encabezada por un funcionario de rango inferior, no solo se abstuvo en la declaración final, sino que protagonizó un episodio bochornoso al reclamar a viva voz durante el cierre de la cumbre, presidida por Xiomara Castro.
La ausencia de una figura de peso político, como el canciller o la vicepresidenta, fue interpretada como una ofensa por parte de los demás países miembros. Esta decisión contrasta con la postura de otros líderes de centroderecha, como el ex presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, quienes utilizaban el espacio para expresar sus críticas a las dictaduras de la región y marcar presencia en el escenario internacional. La falta de representación argentina se suma a la degradación que el gobierno de Milei ha impuesto a este foro regional, creado como contrapeso a la Organización de Estados Americanos.
Malvinas: Un silencio que aturde
La omisión del reclamo de soberanía argentina sobre las Islas Malvinas en la declaración final de la CELAC generó una fuerte controversia. A diferencia de cumbres anteriores, incluyendo una con la CELAC y la Unión Europea, el documento no incluyó mención alguna sobre la cuestión Malvinas. Si bien algunos líderes, como el uruguayo Yamandú Orsi y la hondureña Xiomara Castro, criticaron individualmente la «situación colonial» del Reino Unido en las islas, Argentina evitó sumarse a estas críticas.
Un voto polémico y un sumario inédito
La postura argentina en la CELAC se enmarca en un contexto de crisis interna en la Cancillería. El voto a favor del levantamiento del embargo comercial a Cuba en la Asamblea General de las Naciones Unidas, una postura constante desde 1995, desató un inédito sumario contra funcionarios de carrera, incluyendo a la ex vicecanciller Diana Mondino. Paradójicamente, el gobierno de Milei sí aprobó una declaración similar en la cumbre de la CELAC del año pasado, obteniendo en esa ocasión apoyo en la cuestión Malvinas. La actual alineación con la política arancelaria de Donald Trump, aunque no explicitada directamente, parece haber primado sobre la histórica defensa de la soberanía argentina en el Atlántico Sur.
La incoherencia en la política exterior argentina y la falta de una estrategia clara han dejado al país aislado en el escenario regional. La CELAC, concebida como un espacio de unidad latinoamericana, se convierte en un espejo que refleja la profunda crisis diplomática que atraviesa el país.