¿Paro general? ¡Sí, pero sin colectivos! La UTA le dijo «no» a la CGT y a Milei,
dejando a la central obrera con un paro descafeinado. ¿Será una jugada maestra
o un pase de factura al estilo Barrionuevo?
Mientras tanto, en la CGT llueven las críticas. ¿Culpa de Milei, de la inflación
o de la interna sindical que parece novela de Pol-ka? Hablan de encuestas,
de aprietes y hasta de adelantar elecciones. Señores, esto es un quilombo.
¿Y el pueblo? Mirando desde la tribuna cómo los gremios se pelean
mientras la economía hace de las suyas. ¡Ah, Argentina! ¡Nunca un
momento aburrido!
Un Paro con Sabor a Interna
La Confederación General del Trabajo (CGT) se prepara para el tercer paro general contra la administración de Javier Milei, previsto para el próximo jueves. Sin embargo, la central obrera se encuentra en medio de una tormenta de disidencias internas y desafíos logísticos que amenazan con diluir el impacto de la medida de fuerza. El principal obstáculo es la decisión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), gremio crucial para el transporte público, de no adherir a la huelga.
La UTA, el Colectivo que no Arranca
La UTA, liderada por Roberto Fernández, ha optado por no sumarse al paro debido a las complejidades de su negociación salarial, que incluye una conciliación obligatoria en curso, y a una reciente auditoría de la obra social del gremio ordenada por el Gobierno. Fernández prioriza la discusión paritaria, especialmente considerando que los salarios del sector dependen en gran medida de los subsidios estatales y se encuentran congelados desde hace meses. Esta decisión ha generado malestar en la cúpula de la CGT, que acusa al gobierno de presionar a Fernández y lamenta la falta de apoyo de otros gremios.
Cruces y Pases de Factura en la CGT
La negativa de la UTA ha exacerbado las tensiones preexistentes dentro de la CGT. Se multiplican las acusaciones contra Luis Barrionuevo, el poderoso líder del gremio gastronómico, a quien se señala como instigador de la postura de Fernández. Se lo critica por su supuesta doble jugada: «Primero presiona para un paro de 36 horas y ahora opera para que el paro sea frío», señalan desde la central obrera. Además, se cuestionan las diferencias estratégicas en la confrontación con el gobierno, y algunos sectores reclaman un diálogo más fluido con la Casa Rosada. En este contexto, incluso se menciona la circulación de una encuesta que indicaría un bajo nivel de apoyo al paro entre los trabajadores.